Psche... Estamos ya demasiado habituados a los videojuegos como para quedarnos sin aliento. Otra cosa hubiera sido que el recorrido lo hubiese hecho envuelto en llamas.
Los lectores de La Razón seguirán sin saber que se trata de una broma. Igual, el Facu, en lugar de hacer una gracia, les ha dado munición a los señores rancios que huelen a cerrao.
Lo curioso es que una web que se dedica a publicar material pillado a otros, sin reconocer la autoría, nos ofrezca este bonito ejemplo de ética.
¿Para cuándo algo de Cabronazi, ya puestos?