Felizmente está Quito. Su paisaje, un valle protegido por montañas bajo un cielo despejado, y su perfil urbano que revela las capas en el tiempo desde la colonia a la modernidad. Este escenario fue recordado durante el Hábitat porque la organización de la cumbre obligaba a recorrer el espacio urbano de manera distinta. Esta breve desorientación que viene de lo inusual nos recordó a todos quienes asistimos al Hábitat lo hermosa que es la ciudad como un escenario magnifico para el espacio público.
No hay una fórmula general que se aplique para el uso de los espacios públicos en Quito, porque cada uno depende de un análisis específico. Sin embargo la definición o el uso del espacio público debe ser consultado con la comunidad. Sería interesante que la ciudadanía tenga siempre, ante las autoridades municipales, la posibilidad de definir qué tipo de espacio público quiere, no es cuestión solo de decidirlo y ya, sino saber si lo quieren como área verde, recreativa o deportiva.