Comienzo de una serie histórica sobre D.Alvaro de Luna. Rigor histórico, y muy entretenida. El de Luna es hijo del siglo XV español. Un siglo en el que ocurrirán muchas cosas y que terminará de forma imperial, pues será en el tiempo de descuento de esta centuria, en 1492, cuando los reyes católicos, Isabel y Fernando, se marquen los dos innegables tantos históricos de terminar la Reconquista y descubrir América.
La continuacion de la saga. Después del entrada dedicada al equipamiento, ahora como se trabajaba en los setenta. ¡Muy bueno!
ACTUALIZACIÓN (12-2-2009, 12:00). Siento el pequeño lío que se ha armado. Nada más lejos de mi intención pensar que algo así tiene importancia. No la tiene. Y mucho menos la tiene que el blog salga en los medios. No es razón para alegrarse, como creen algunos lectores. De hecho, yo no debería estar dando "primicias", sino aportando información y juicio razonado. Mal hecho por mi parte. De modo que no esperen más anotaciones como ésta.
Fertiberia, empresa propiedad del Grupo Villar Mir, ha colmado la paciencia del Ministerio de Medio Ambiente. Tras acumular unos 70 millones de toneladas de fosfoyesos (un residuo radiactivo de la producción de fertilizante) en la marisma del río Tinto, junto a Huelva capital, la dirección general de Costas ha enviado un escrito a la empresa para que paralice de inmediato el vertido, que se realiza en dominio público y en contra de una sentencia de la Audiencia Nacional y de ecologistas como Greenpeace y WWF España.
España ya está oficialmente en recesión. Se cumple el requisito oficial de dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo de la economía. Tiene razón el Presidente del Gobierno cuando dice que el mal es de muchos. Se le olvida continuar la sentencia con el latigazo semántico del consuelo de tontos. La debacle financiera internacional, cierto es, está expandiendo la crisis entre economías de lo más dispar. Pero la cuestión clave no es esa: la pregunta del millón es si la actual coyuntura está de visita o ha venido para quedarse. Si una vez
Sobre la exposición de mismo nombre de la Thyssen Cuando vayan a ver la doble exposición La sombra, que acaba de inaugurarse en el Museo Thyssen y en la Fundación Cajamadrid, no cometan el error que cometimos Marisol y yo. Entren en el museo –que es por donde hay que empezar–, giren a la izquierda, compren su entrada, zas, den media vuelta y, con paso rápido y sigiloso, sin desviarse, sin mirar ni una sola vez a derecha o a izquierda, entren en las salas indicadas. Ahí se hallarán a salvo.
El presidente de la República, don Manuel Azaña, estuvo con los embajadores en el papel que siguió casi desde el momento en que estalló la guerra: como queriéndose distanciar de su gobierno. Los representantes diplomáticos estuvieron a verle a principios de octubre. Fueron los embajadores chileno y brasileño, éste último a pesar de que al parecer estaba enfermo. Fueron allí a pedir explicaciones de por qué el gobierno español no aceptaba el derecho de asilo. Y se encontraron, para su sorpresa, con que el Jefe del Estado español se descolgaba,
Magnífico post sobre las ilusiones ópticas. Muy bien documentado, con figuras estupendas, y bien explicado. Es el primer episodio de una serie que promete ser interesantísima.