#4 uy, como me recuerda a aquellos negros de EEUU de los años 50 que decían que no debían ir en autobuses de blancos para no ofender...
Te pregunto ¿te gustaría poder ir con tus hijos a una playa con servicios, duchas, chiringuito, socorrista y limpias donde no arriesgues tu vida y la de tus hijos al bajar un inaccesible acantilado? a mi si, pero el problema es que algunos intolerantes dicen que no tengo derecho por no llevar el burka occidental, el mal llamado bañador y tener que renunciar a una parte fundamental de mi vida, mi ideología, y lo que es más sangrante, encima sin ir en contra de las leyes fundamentales de nuestro país.
Tan sencillo como esto.
#7 Justamente está esta historia Tu libertad termina donde empieza la mía
Tu libertad termina donde empieza la mía
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