Dice que le quita la gracia al juego. Hombre gracia, gracia... de pequeño valía para un par de partidas y en cuanto te sabías las personajes, la caja a coger polvo en un armario.
Kaczynski, que admite no utilizar móviles y e incluso que no tiene cuenta bancaria, así como su partido, han ido tropezando en sus últimos esfuerzos por atraer a los votantes jóvenes.
A veces el ansia de la exclusiva juega malas pasadas y lo peor que le puede suceder a un periódico es la pérdida de credibilidad.
De todos modos, en un mundo en el que ya se puede seguir y actualizar la información prácticamente en tiempo real, las exclusivas con fecha de caducidad (ésta de apenas horas) cada vez tienen menos sentido. Los medios deberían centrarse en mantener una línea coherente y resultar atractivos a su público (nunca mejor dicho), que otros soportes les están comiendo terreno.
Ante la pregunta ¿trabajarías los fines de semana? dicen que una respuesta adecuada sería en principio no tendría inconveniente en trabajar los fines de semana.
Manda coj****, y luego nos quejamos de que nos explotan. Por supuesto también hay que contestar que echar más horas extras que un reloj sin que nos las paguen.
La Expo de Sevilla fue una Exposición Universal mientras que la de Zaragoza es una Exposición Internacional. La diferencia no sólo está en el nombre, entre otras cosas se puede decir: la de Zaragoza es una exposición temática, de mucha menor repercusión que una exposición universal, de menor duración (la de Sevilla duró de abril a octubre y la de Zaragoza dura de junio a septiembre), etcétera.
En España parece que se necesita una excusa cara para hacer cambios en una ciudad. En Zaragoza hacía falta revitalizar y recuperar el río, se ha hecho un nuevo puente sobre el Ebro y se ha recuperado la zona de Ranillas. A cambio hay unas costosas y molestas obras para realizar una exposición que no será tanto como han querido vender.
Hay que ser realista y darse cuenta de que la repercusión que va a tener la Expo será poca fuera de España y que la gracia va a salir por un pico. Pero para estas cosas en España nos apuntamos a un bombardeo, véase Madrid y sus aspiraciones olímpicas, donde apenas hay críticas al enorme gasto que supondría a un ya de por sí endeudadísimo ayuntamiento.