Lo que hace falta es un " Observatorio de los políticos". Hace años existía la "Inspección de Servicios" para ver y controlar los empleados públicos. Ahora, se crea un órgano llamado Observatorio, tan decorativo como un jarrón chino. No sirve para nada y estorba.
El cuento de nunca acabar: los amigos se convierten en funcionarios por la puerta falsa.