#1 Benditas seáis todas las mujeres. Yo me di cuenta de lo jodido que era cuando estaba embarazada la mía. Ahí vi, le dije, la auténtica chapuza que es el cuerpo humano, un diseño ineficiente y sobrecargado. ¿No podríamos hacer como las gallinas? Poner un huevo y venga, a seguir a lo nuestro mientras el huevo hace su marcha. Lo pones en una caja de galletas danesas con una lámpara como las de la marihuana de interior y a seguir currando, ni bajas ni techos de cristal ni nada. ¿Y las reglas? ¡Mucho más limpias!
Ya me voy
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Pobre de su madre. Aún recuerdo a mí hija dándome patadas a las 4 de la mañana.
Dos años de aquello y aún sigue dándomelas.