2 meneos
5 clics
Victimismo y las ventajas - "Una reina por un día" [ENG]
Nuestra cultura, y no sólo la nuestra, fetichiza el victimismo. El victimismo es el arma moral definitiva , y el victimismo como arma ha sido el arma preferida en muchos movimientos de reforma social, realmente necesarios y buenos. Pero al igual que las armas nucleares, no debe caer en las manos equivocadas. Todo el feminismo moderno de los últimos 30 años, por lo menos, se basa en un marco de victimología y todos sus topicos- teoría del patriarcado, cultura de la violación, brecha salarial, la guerra contra las mujeres...
|
comentarios cerrados
Me quedo con esta cita que vi en los comentarios.
A sharper perspective on this matter is particularly important to feminist thought today, because a major tendency in feminism has constructed the problem of domination as a drama of female vulnerability victimized by male aggression. Even the more sophisticated feminist thinkers frequently shy away from the analysis of submission, for fear that in admitting woman's participation in the relationship of domination, the onus of responsibility will appear to shift from men to women, and the moral victory from women to men. More generally, this has been a weakness of radical politics: to idealize the oppressed, as if their politics and culture were untouched by the system of domination, as if people did not participate in their own submission. To reduce domination to a simple relation of doer and done-to is to substitute moral outrage for analysis.
-- Jessica Benjamin, "The Bonds of Love"
Una perspectiva más aguda en este asunto es particularmente importante para el pensamiento feminista hoy en día, debido a una tendencia importante en el feminismo ha construido el problema de la dominación como un drama de la vulnerabilidad de la mujer víctima de la agresión masculina. Incluso las pensadoras feministas más sofisticados con frecuencia evitan el análisis de la sumisión, por temor a que al admitir la participación de la mujer en las relaciones de dominación, el peso de la responsabilidad parecerá pasar de los hombres a las mujeres, y la victoria moral de las mujeres a los hombres. Más en general, esta ha sido una debilidad de la política radical: idealizar a los oprimidos, como si su política y la cultura no fuesen influidos por el sistema de dominación, como si la gente no participaron en su propia sumisión. Para reducir la dominación a una simple relación de victima y victimario es sustituir la indignación moral por análisis.