Cuando era pequeño, yo no era como el resto de niños, a mi no me gustaba el fútbol, a mi gustaba vivir aventuras. Una de estas aventuras era bajar con unos amigos, desde Travesía de Vigo a la antigua vía del tren y seguirla hasta la entrada de un enorme túnel cerca de García Barbón. Lo más curioso era el final del túnel, estaba tapiado, con un pequeño respiradero en la parte superior. A día de hoy, la entrada del túnel está cerrada, pero seguimos teniendo ganas de saber lo que hay al otro lado.