Ya hace tiempo que venimos insistiendo en la inseguridad de los sistemas informáticos de este país a pesar de las numerosas promociones de expertos en seguridad y hacking ético. Lo interesante no está en las cantidades satisfechas a los proveedores, y las administraciones siempre publican en bruto en sus portales de transparencia, sino en el detalle de cada una de las facturas que lo componen. Así podemos ver si un concejal tira de “crédito/tarjeta” para comprar su pack de yogures en ECI, o se da un paseo por su agencia de viajes.