El oso polar tiene 29 años y lleva 20 en cautiverio. Según las publicaciones, el animal está deprimido desde la muerte hace dos años de Pelusa, su compañera, y desde entonces no ha tenido contacto con otros de su especie.
Arturo nació en 1985 y llegó a Mendoza en 1993. Según el Daily Mail, “los expertos afirman que la vida solitaria está causando que tenga un ”comportamiento anormal”, como la inclinación de su cabeza y el hecho de que muestre sus dientes”.