Un año más, las ovejas de Rubén Allué volvieron a poner rumbo a la montaña a principios de junio después de pasar el invierno y parte de la primavera en los fértiles campos de la Hoya. Lo hicieron como antaño, a pie, con el perro pastor y la alforja, atravesando la cabañera que une las tierras de la comarca oscense con la del Sobrarbe.
Seis días con sus respectivas noches tardó en llegar el rebaño a Asín de Broto, donde permanecerán hasta finales de julio, hasta que cambien de pastos y crucen a la vecina Francia, a la zona de Gavarnie.