La idea de Jørn Utzon que ganó el concurso de ideas para la nueva ópera de la ciudad australiana en 1957 era muy ambicioso.
La construcción de la icónica Ópera de Sidney pareció imposible desde el primer momento.
El atrevido diseño de la cubierta supuso un desafío mayúsculo para el equipo de ingenieros y arquitectos, que tardaron 17 años en levantar el edificio.
En este video, el ingeniero jefe Sir Jack Zunz explica cómo se sucedieron los acontecimientos en la construcción de un proyecto tan polémico como admirado.