Escribo desde la provincia de Murcia y no voy a esconder mi preferencia: me gustaría que España siguiera unida. Pero por encima de todo, lo que realmente quiero es que pase lo que pase finalmente, nos respetemos unos a otros y sigamos siendo amigos. Las preferencias son solo eso: preferencias. Yo no me ato a la mía. Aunque me gustaría una España que siga unida, tal vez no resulten las cosas así (y de todos modos, tarde o temprano, las cosas cambian, en un sentido u otro: países que crecen o decrecen, etc). Así que ya me he hecho a la idea de que cualquier cosa puede pasar, si no hoy día pues en un futuro, pero pase lo que pase algo no va a cambiar: seguimos siendo libres de mantener nuestra amistad.
Me da igual cuál sea el dibujo de la geografía política, si España llega hasta ahí o hasta allá, si la Península Ibérica se considera como un par de países o como diez países. Prefiero pensar como los pájaros: llámense como se llamen los países, y tracen los humanos las barreras mentales o políticas que tracen, puedo seguir haciendo volar libremente mi amistad hacia todos.
Un motivo por el que me gustaría que España siguiese unida es que intuyo que esto sería mejor para todos (tanto para los catalanes como para el resto de los españoles). No me tomo mi opinión muy a pecho porque sé muy bien que esta intuición que tengo puede estar equivocada: como todas mis otras intuiciones, con el tiempo unas se demuestran acertadas, otras equivocadas, y otras nunca llego a enterarme de qué hubiera sido mejor.
Respeto a quienes opinen que sería mejor la independencia. Puede que tengáis razón, o puede que no, ¡qué sé yo! (gente más inteligente que yo tampoco lo tiene claro, así que no debe ser fácil saber con total seguridad qué es lo mejor). Yo sospecho que a todos (catalanes y españoles en general) nos beneficiaría una España unida como la actual, tal vez en parte porque una situación de estabilidad parece más segura que una de vaivenes económicos, que nunca se sabe en qué acaban. Pero como puedo estar equivocado (al igual que quienes piensan lo mismo que yo), y también los independentistas podríais tener razón o estar equivocados, me parece interesante que cada uno defienda su preferencia, que juegue sus bazas como si se tratara de una partida de ajedrez. Gane quien gane la partida, simplemente me gustaría recordar que sea cual sea el resultado no tiene por qué despertar odios ni poner fin a nuestra amistad. Para mí los catalanes vais a seguir siendo mis amigos, incluso si "os vais", que lo pongo entre comillas porque os iríais a nivel de papeles y formulismos (burocracias), pero no en lo importante: no vais a salir de mi corazón.
Y motivos tengo de sobra para mi simpatía por vosotros los catalanes. Cada persona tendrá sus motivos. Algunos de los míos son tan peregrinos como que, siendo como soy desde niño seguidor del Barça, siempre he sentido predilección por Barcelona y la zona en general. En mi caso, siempre he sentido una afinidad especial por las comunidades del mediterráneo, desde Andalucía hasta arriba del todo. Una cosa que echaría de menos si algún día os vais, es que difícilmente pasarán partidos del Barça por la tele. Sí, es una pequeña tontería por mi parte (todos tenemos caprichos y aficiones), pero siempre he disfrutado del Barça. De todos modos, hoy día ya casi no consigo ver partidos, porque no tengo tele de pago: solo veo al Barça en la Copa del Rey y en la Champions cuando coincide que lo ponen en abierto. Pero algo es algo. Si os vais dedicaré más tiempo a seguir el ajedrez por internet (otra de mis aficiones jejeje). Y solo podré ver al Barça de uvas a peras, cuando algún año se enfrente en Champions a algún otro club español y lo televisen en abierto.
Como quiero escribir tal como se siente mi corazón, conciliador, añadir que los madridistas que me leáis, en mi caso no soy antimadridista (me cuento entre quienes piensan que ser de un equipo no obliga a estar en contra del principal equipo rival). De hecho me gustan los grandes equipos, que tienen tan gran talento. Solo que mi equipo es el Barça y es el que me gusta más desde siempre. Pero reconozco el talento de todos. Simplemente prefiero que gane mi equipo, pero como siempre, es solo una preferencia y no me ato a mis preferencias. Prefiero centrarme en ser cordial, y así tengo amigos del Real Madrid y amigos del Barça, y amigos catalanes independentistas, etc.
Al final la amistad es lo realmente valioso. A fin de cuentas dentro de 100 años todos calvos, y lo único que será digno de recordar es la amistad y las oportunidades que aprovechamos para amar.
Así que, pase lo que pase mañana y en los días sucesivos, espero que os vaya bien (que nos vaya bien a todos), ¡mucha suerte! Puede ser útil recordar que en caso de que alguno perciba que las cosas no van tan bien (económicamente, etc), lo realmente importante es el amor y la amistad: si soy capaz de seguir sintiéndome amigo de todos, estaré bien. Porque el que ama y tiene una actitud amistosa disfruta de un corazón ligero y alegre, sea cual sea la situación en los temas generales.
Espero que seáis felices (los unos y los otros), y yo pienso serlo, pues pase lo que pase tengo claro lo que he comentado: que lo único que me importa es la amistad y que no voy a renunciar a ella pase lo que pase en la pantalla del mundo. Digo "pantalla" porque a veces nos agitamos por el guion que se plasma en las situaciones mundiales y personales, pero como decía Calderón de la Barca: "La vida es sueño". O como decía Shakespeare en Macbeth: "La vida es un cuento contado por un idiota, lleno de ruido y de furia, que no tiene ningún sentido".
Sea lo que sea la vida, en mi caso he decidido de antemano que la mía va a ser una vida de amistad. Así que un abrazo a todos, y que seamos capaces de sonreír ("amistosear") en cualquier situación que pueda surgir. Ojalá no nos tomemos nada excesivamente en serio, al menos no tan en serio como para enturbiar una amistad. Hay cosas más importantes que cómo se configuran los mapas, o incluso que cómo se configuran las economías e incluso nuestras cuentas bancarias personales. La vida en sí, la amistad, es lo importante. Lo demás lo capearemos como sea, pues todo fluye y las cosas llegan, pasan y se van. El mundo es cambiante: hoy es así, mañana será asá, y pasado mañana acullá.
Esta partida de ajedrez (independentismo o no) en realidad no es para ganar o perder. ¿Quién sabe a ciencia cierta qué es mejor realmente? La verdadera victoria en esta partida es mantener la amistad (dejar de lado la tentación del odio) sea cual sea el resultado del juego. Es solo un juego en realidad. Como decía antes, dentro de 100 años todos calvos. Pero al menos hoy, ahora que aún me queda algo de pelo jejeje, puedo decir que aquí tenéis todos un amigo. Incluso si no os conozco personalmente, tenéis un amigo en el sentido de que aquí escribe uno que pase lo que pase, y juguéis como juguéis la partida, no os va a odiar. Tal vez yo también haga algunas jugadas en esta partida (por ejemplo dar opiniones en menéame, acertadas o equivocadas), pero lo que importa no son las jugadas, sino nuestros corazones. Y el mío he elegido estar atento para no dejar que caiga en el odio, y mantenerme tan fiel como pueda a mi deseo de amistad universal.
Los juegos del mundo parecen enfrentarnos en busca de ganancias para unos que representen derrotas para otros (deportes, política, etc), pero la amistad tiene la ventaja de que en ella todos ganamos y nadie sale perdiendo. En realidad la única verdadera victoria es la amistad, y lo demás son historias pasajeras, sueños fugaces que nos tientan por un minuto (o años) y luego no son nada. Quien sabe tener amigos, tiene verdaderamente la llave de la felicidad.
Pues nada, eso era. Pase lo que pase, disfrutad del juego y sed tan felices como podáis. Y dentro de 100 años... ¡todos amigos! Pero para qué esperar... ¿por qué no ser cordiales y amistosos desde este mismo momento, ahora, y mantener nuestra buena onda de aquí a la calvicie o eternidad? ;-)