Traducción libre de geopoliticalfutures.com/catalonia-spains-internal-affair/
4 de Octubre del 2017. La independencia usualmente tiene que ser ganada con la espada después de que ha sido ganada con la pluma.
Por Jacob L. Shapiro
Leon Trotsky una vez dijo "cada estado es fundado por la fuerza". Es una verdad no grata que quisiéramos olvidar, pero que es importante tenerla en mente ya que la lucha entre España y Cataluña se intensifica. Imágenes del fin de semana de la policía Española obstruyendo - y a veces golpeando - a los aspirantes a votantes en el referéndum de independencia de Cataluña contraviene los principios básicos del liberalismo clásico, la ideología política sobre la cual el mundo occidental se ha construido. ¿Cómo - es el clamor virtuoso - puede tal cosa pasas en Europa en el siglo XXI?
Si ignorasla historia europea del siglo XX, es una pregunta justa. Hacer la pregunta no cambia el hecho de que Cataluña es una nación, no un estado, y que no llegará a ser un estado ni ahora ni pronto ya que no podrá reclamar, como Max Weber lo describió, "el monopolio del uso legítimo de la fuerza física dentro un territorio dado".
Una Apuesta Arriesgada
Cataluña tuvo su referéndum de independencia el 1 de octubre. Resultados no definitivos indican que del 42% de los votantes catalanes que fueron a votar, alrededor de 90% votaron por la independencia. Es un número impresionante, si bien no un mandato abrumador por la independencia catalana. No hay duda de que un número importante de catalanes quiere independencia. pero ya sabíamos eso. El referéndum del 2014 tuvo un resultado similar, y 81% votaron por la independencia. Ese referéndum resultó en nada, así que ocurrirá con este.
Cataluña simplemente no tiene el monopolio de la fuerza necesario para siquiera intentar controlar su territorio, peor ganarlo. Cataluña tiene una policía regional de cerca de 17000 oficiales. El Cuerpo Nacional de Policía de España cuenta con más de 80000 oficiales, y la Guardia Civil otros 75000 españoles, todos ellos armados. Cataluña no tiene fuerzas armadas, ni fuerza naval, ni fuerza aérea; España tiene los tres. Esto nunca sería una repetición de la Guerra Civil Española: Cataluña no está lista para pelear una guerra, y considerando como están las cosas, sería muy difícil para Cataluña cambiar eso en el corto plazo incluso si así lo quisiera. La independencia rara vez se otorga: la historia política de los últimos siglos muestras que la independencia generalmente se tiene que ganar por la espada después de que ha sido declarada con la pluma.
Manifestantes se reunen el 3 de octubre, 2017, en frente de los cuarteles de la Policía Nacional de España durante una manifestación convocada por los sindicatos Catalanes en Barcelona. JOSEP LAGO/AFP/Getty Images
Los líderes de la táctica del referéndum de independencia de Cataluña lo sabían y decidieron de todas maneras hacer apostar. Una vez los votos fueron emitidos, habían sólo dos posibles desenlaces que podrían haber resultado en independencia: gran desobediencia civil suficiente para forzar a Madrid a comprometerse, o intervención internacional de cualquier tipo, sea política o más substancial. Sobre lo primero, a pesar de los sucesos del 3 de octubre, es poco probable que Cataluña pueda montar tal campaña incluso con los excesos españoles durante la votación. Un número grande de catalanes prefiere seguir siendo parte de España; hay reticencia por la autonomía en buena parte debido a su propio bienestar económico, que en términos prácticos significa que será muy difícil para los catalanes alcanzar una masa crítica en las calles.
Declaraciones Vacías
La estrategia del gobierno catalán, parecería, fue apuntalada en la esperanza de intervención exterior: hacer del conflicto un problema internacional para generar suficiente presión sobre el gobierno de España para que éste eche atrás. En esto, Cataluña ya ha fallado. Los países europeos, que rara vez están de acuerdo en algo, está vez están de acuerdo en no apoyar la independencia catalana. La Comisión Europea lo expresó más claramente cuando dijo que "es un asunto interno de España que tiene que ser manejado dentro el orden constitucional de España". La declaración de la Comisión Europea incluía una mención al final condenando la violencia, criticó brevemente al gobierno de España, y en realidad hacía notar que la comisión confiaba en el liderazgo del primer ministro español Mariano Rajoy. Un unánime coro de apoyo a la declaración sucedió. Polonia y la comisión europea han estado como perro y gato en la últimas semanas, pero no hay diferencia en sus posturas respecto a la independencia catalana: el ministro de exteriores polaca dijo que la soberanía, integridad territorial y unidad de España deben ser respetados. Países con variados intereses como Alemania, Francia, Reino Unido, Croacia y Serbia, ven todos con los mismos ojos esta situación.
Tampoco hay apoyo fuera de la Unión Europea. En esto, Rusia piensa igual que EEUU, y Japón piensa igual que China. El único apoyo que han tenido es de grupos con similares intereses pero sin estado asustados por el precedente que está siendo establecido en España. Escocia - que sabe cómo se siente ser abandonado en el altar por la UE - condena a España y demanda que Madrid cambie su accionar. Representantes de partidos políticos separatistas de Quebec y el noreste de Irlanda también han saludado la lucha catalana. Un país que sí ha apoyado la causa catalana sin ambigüedades es el gobierno de Venezuela de Nicolas Maduro. Además de la hipocresía de la crítica de Maduro a la "represión" de España, considerando la situación interna de Venezuela, el apoyo de un estado, considerado casi paria internacional, no es de gran ayuda para Barcelona en su hora de necesidad.
El presidente regional de Cataluña puede cumplir su promesa de declarar la independencia de Cataluña en 48 horas de la publicación de los resultados oficiales del referéndum. ¿Pero y luego qué?. La historia está repleta de declaraciones vacías de independencia. Uno de los más recientes ocurrió en 1991 cuando la República de Kosovo declaró independencia y fue reconocida por sólo un país: Albania. 1992 fue más importante para el punto de vista de Kosovo porque fue también el año en que se formó el Ejército de Liberación de Kosovo. Luego de una guerra, un genocidio y la intervención de la OTAN después, Kosovo lo intentó otra vez en el 2008, y ahora tiene cierta presencia internacional, aunque algunos países en la UE, incluyendo España, todavía no la reconocen.
Cataluña ha perdido este asalto. Sin apoyo internacional o levantamientos revolucionarios - ninguno de los cuales se vislumbra - España usará su monopolio de la fuerza legítima, por medio del sistema legal español, para anular la amenaza que Cataluña plantea para la unidad e integridad territorial de España. Al hacerlo, sin embargo, España sembrará las semillas de un problema más grande, ya que, a pesar de que no hay una masa crítica de catalanes dispuestos a pelear y morir por independencia ahora, la represiones de hoy crearán la generación de jóvenes catalanes que crecerán para ver a España como el enemigo. Mientras tanto, Europa y el resto del mundo están en lo cierto: Este ha sido y será un asunto interno español.