Nací en 1984, pero casi todo lo que me gusta en cine, música o literatura es anterior a esa época. Este fin de semana estoy repasando algunas de mis series y películas favoritas, que podéis ver en la web de RTVE gratuitamente http://www.rtve.es/television/series-tve/ (os recomiendo Ana Karenina, Los Miserables, Fortunata y Jacinta, Los Gozos y las Sombras, Arroz y Tartana, La Regenta y Los Pazos de Ulloa).
Viendo estas obras y comparándolas con la televisión actual, pensé en las dos grandes modalidades de ocio que podemos encontrar. Una devora tu tiempo y no te da nada que puedas llevar contigo a cambio. Es tiempo a cambio de vacío. La otra, aparte de entretenerte, te ofrece reflexiones, sentimientos y perspectivas que puedes proyectar sobre la vida real y usar para mejorarla, o te despierta una sensibilidad que te acompañará a lo largo de toda tu vida y te incitará a buscar nuevas expresiones de arte para seguir creciendo como individuo.
En las series de La 2 de principios de los 80, se cuestionaban las relaciones de poder, se denunciaba la injusticia, se mostraba el heroísmo de quienes se alzaban para cambiar su mundo y se reflejaba la profunda podredumbre que se ocultaba bajo el oropel de las instituciones dominantes. Por el contrario, la televisión de hoy nos ofrecen peleas en el fango protagonizadas por los especímenes más primarios y embrutecidos. Y es que el mensaje que muestra la pantalla es un arma muy poderosa, dado su poder de contagio. Por eso conviene que la gente babee mientras ansía su nueva dosis de carroña, en lugar de pensar sobre el significado del mensaje de una de las mejores obras de nuestra literatura, convertida en palabra por excelentes actores. Hay que evitar que cuestionen la figura de Cayetano, el cacique de Los Gozos y las Sombras, y la proyecten sobre su vida real.
Otro elemento clave para el dominio de las masas son los chivos expiatorios. Ya aparecían en La Casa de Bernarda Alba, en aquella escena donde el pueblo en masa arrastra a una chica que mató a su bebé por miedo a que descubriesen que era madre soltera. Finalmente fue lapidada. Salvando las distancias, hoy vemos esas mismas escenas con todo tipo de criminales de baja estofa que (presuntamente, pues en algunos casos resultan ser inocentes) han cometido violaciones o asesinatos. La gente, en un espectáculo tan patético como estéril, se apelotona en el lugar de la detención para gritarles, escupirles e intentar lincharles.
Toda esa gente, aunque en algunos casos no lo sepan, está usando al criminal para escupir en la cara de todas aquellas personas que han abusado y abusan de ellos, pero que no se atreven a cuestionar. Escupen a sus jefes, gobernantes, responsables de fondos buitres que les suben el alquiler, directores de banco que les amenazan con el desahucio...en la cara de ese asesino-pobre diablo que sin duda debe sufrir la condena pertinente, pero que no es más que un chacal solitario en comparación con los leones que tiranizan a toda la selva desde lo más alto. Puesto que jamás se atreverían a enfrentarse a los leones, necesitan desfogarse con el chacal para sentir que recuperan un poco de dignidad y expulsar todo el veneno que llevan dentro.
El chivo expiatorio es una válvula de escape para el pueblo cobarde que acumula bilis, rencor y rabia hasta el extremo, y que necesita soltarlo de una forma que no implique peligro para los mandamases. Durante siglos se ha usado en España, y hoy se sigue empleando, habiéndose diversificado bastante (ya no son sólo parricidas, ahora también se incluye a los malvados moros o los pérfidos independentistas). Unido al Gran Hermano, ofrece al pueblo la dosis de sedación y puñetazos contra el aire que necesita para seguir tragando.
Como tantas otras cosas, la televisión de principios de los 80 era un signo de esperanza sobre el cambio real que España necesitaba, y que a mucha gente le parecía factible. Luego vinieron el 23F, la famosa lectura televisada del guión escrito por otros que hizo Campechano...y quedó claro que todo iba a seguir atado y bien atado.
Comentarios
Papá cuéntame otra vez ese cuento tan bonito
De gendarmes y fascistas, y estudiantes con flequillo
Y dulce guerrilla urbana en pantalones de campana
Y canciones de los Rolling, y niñas en minifalda.
Papá cuéntame otra vez todo lo que os divertisteis
Estropeando la vejez a oxidados dictadores
Y cómo cantaste Al Vent y ocupasteis la Sorbona
En aquel mayo francés en los días de vino y rosas.
Papá cuéntame otra vez esa historia tan bonita
De aquel guerrillero loco que mataron en Bolivia
Y cuyo fusil ya nadie se atrevió a tomar de nuevo
Y como desde aquel día todo parece más feo.
Papá cuéntame otra vez que tras tanta barricada
Y tras tanto puño en alto y tanta sangre derramada
Al final de la partida no pudisteis hacer nada
Y bajo los adoquines no había arena de playa.
Fue muy dura la derrota, todo lo que se soñaba
Se pudrió en los rincones, se cubrió de telarañas
Y ya nadie canta Al Vent, ya no hay locos ya no hay parias
Pero tiene que llover aún sigue sucia la plaza.
Queda lejos aquel mayo, queda lejos Saint Denis
Que lejos queda Jean Paul Sartre, muy lejos aquel París
Sin embargo a veces pienso que al final todo dio igual
Las ostias siguen cayendo sobre quien habla de más
Y siguen los mismos muertos podridos de crueldad
Ahora mueren en Bosnia los que morían en Vietnam
Ahora mueren en Bosnia los que morían en Vietnam
Ahora mueren en Bosnia los que morían en Vietnam
Ismael Serrano - Papá cuentame otra vez
Hoy en día también se hacen cosas de calidad, lo que pasa es que hay tanta saturación que cuesta encontrarlas y distinguirlas. Pongo como ejemplo la película Madre!, un proyecto arriesgado en los tiempos que corren y que no gusta al gran público. Al final todo es un negocio, y lo que cuenta es sacar pasta al menor coste posible, pero aún hay entretenimiento que podemos llamar "arte" con mayúsculas.
#5 si, sacar pasta con caspa, movilizar al ciudadano hasta el sofá, y que lo mas lejano de su mirada esté en la mesilla, la cual contempla llena de desidia.
A mi me pasa parecido, a veces pienso que es porque soy viejuno, luego ves una película o un libro mas recientes y por lo general me resultan mas toscos y superficiales. Por suerte tenemos gran cantidad de obra contemporánea disponible.
el populacho siempre carga contra brujas y gatos negros.
#3 Menos mal que tú eres pardo
#4 soy gatopardiano! 😌
#0 Tío ... Eres cojonudo.
#0 Vaya, y Livingstone84 estaba pillado o fue por despistar?
#8 Por despistar. Me habían baneado varías veces
La estupidez es el gran negocio del poder. Todo tiene a estupidizar al pueblo. Y el pueblo traga. Y todo x dinero. Nos llenamos la boca de palabras como etica y bienestar cuando todos van a x dinero. El negocio esta en la mediocridad. Comida, medicina, medios, educación, energia. Todo! Yo hace 19 años k no miro televisión y fue de lo mejor k he hecho en mi vida
Muchas de las series de los 80 que comentas están en mi lista de "Debo ver", y otras las he leído, o me he visto películas de similar temática o leído los libros originales. En todo caso, no sé comparar con la ficción actual porque, salvo algunas excepciones ("El Ministerio del Tiempo" entre otras) no veo mucha ficción española actual.
La cuestión es que observo dos puntos en relación con la cuestión de la que hablas: 1) un olvido generalizado de cualquier cosa que tenga más edad que nosotros mismos, especialmente en la generación más joven. Un amigo dice, medio en broma medio en serio, que no ve nada anterior a su nacimiento. Pero quizás eso explique que muchas películas sean remakes, reboots, o simplemente copias claras de otras historias anteriores. Si la gente no ve los clásicos, no tiene por qué consumir copias iguales, y eso desincentiva el consumo, y así es como olvidamos obras maestras y nos tragamos bodrios.
El punto 2 tiene que ver con que no estoy seguro de que conceptos como "el chivo expiatorio" o el mal que emana desde el poder no se traten en la ficción actual. Sí se nota que es mucho más crítica y simplemente entretenida, pero en algunos casos (en ficciones de todos los países) podemos encontrar esos aspectos porque son connaturales al hombre y a las historias. El mayor problema es que no veo que la gente lo aplique luego como mensaje para la vida. Por ejemplo, cuando la UE ejerció su rodillo sobre los países del sur, no vi la imagen del héroe David contra Goliath, el "no nos rendiremos, hay que luchar" clásico de las películas. De hecho, casi parece que votaríamos a Thanos (para quien no le suene, el último mega-villano del cine de superhéroes) o Darth Vader para las elecciones.
No sé si eso se debe a que no aprendemos del cine o que hay una corriente también muy grande del cine que nos dice: "la vida es así, y hay cosas que no discutibles". Por ejemplo, pocas películas cuestionan el capitalismo. Pero no sé si es un defecto del cine o de la sociedad: estamos desesperanzados, y ya no creemos en mejorar el mundo.
#0 Por lo que cuentas, te recomiendo que le des un vistazo/oportunidad a The Orville (https://www.imdb.com/title/tt5691552/)
CC #13 #14
#17 y donde se puede ver?
#20 La serie es de FOX. O en su P2P favorito 😇
Estoy bastante en desacuerdo con el post.
Viene a decir que hoy día se hace peor televisión que antes, de acuerdo ello, la televisión hoy día es una mierda, pero no es culpa de las políticas españolas y antes no era buena por ellas tampoco, simplemente hay que ver la televisión en el mundo occidental, ha empeorado en todas partes ¿por qué? Pues porque la televisión se hizo mayormente privada y su primera labor es ganar dinero, así que la televisión hace lo que el público quiere y cuanto más rentable sea mejor. Si lo petaran los debates políticos no dudes que la televisión ofrecería debates políticos pero la gente ve debates del corazón (o como se llame a esas cosas) así que es lo que se les ofrece.
Hoy día la televisión ha dejado de ser el entretenimiento para toda la familia, es simplemente para un sector de la población, los demás la hemos abandonado y usamos internet para ver lo que queremos y hoy como ayer se hacen cosas buenas, incluso recientemente hemos vivido el periodo dorado de las series, pones buenas miniseries pero ¿se puede comparar su crítica social con la The Wire, Los Soprano o Black Mirror entre otras muchas? ¿Quieres una española que critique la sociedad actual? Pues tienes Matadero.
Hoy día el público no es pasivo como antes, es activo, ve lo que quiere ver y no lo que le ponen, por desgracia no sirve para movilizarlo, y hay mucho que prefiere ver lo que le den que tener que buscarlo.
La historia de siempre. "Lo de ahora es un mojón...." "Antes sí que se hacían cosas de calidad..." Pues no. Ahora, como antes hay mierda y también hay calidad.
La TV publica podía tener en sus inicios una cuota cultural bienintencionada pero cuando tienes que competir por la audiencia con cien canal mas difícilmente puedes 'forzar' depende que platos; el símil seria que todos ofrecen fast food de fácil acceso y digeribles mientras que tus espinacas únicamente las consumirán los 'educados' con ellas.
La dictadura de los gustos de las mayorías condiciona la oferta del entretenimiento, hay espacio en el mercado y se produce para gustos mas refinados pero "nunca podrás 'educar' paladares mientras tengan acceso fácil al fastfood."
Por otro lado, ahora estoy leyendo a Pedro Baños y reafirma mi postura conspiranoica respecto a la producción audiovisual; 70% de las producciones son made in USA inculcando su cosmovisión, moral y sesgos/propaganda....y eso, aunque acostumbrados, acaba condicionando nuestras preferencias 'alimenticias'.
Comparto los gustos del autor, y coincido en el año de nacimiento. Opino igual sobre lo que no le gusta de la actualidad y lo que disfruta del pasado. Sin embargo me parece que la percepción tiene un importante sesgo debido a que la producción actual es muchísimo mayor, con lo que estadísticamente lo mediocre es inabarcable. Y del pasado solo ha trascendido lo relevante. Porque durante ese tiempo también existió el destape, musicales avergonzantes, cine moralista, histórico sesgado y simplista o Románticas machistas retrogradas ya para su época. Pero esas obras han sido olvidadas, iguales que cientos de obras mediocres y autores malos de la época de la iliada, en la que pensamos que el mundo era un lugar culto y más civilizado. Todo es cuestión de la criba del tiempo.
Llevo 3 ó 4 años sin tele. Mi calidad de vida ha aumentado mucho desde que la quité, y eso que vivo solo.
#15 bien por ti... yo vivo muy bien sin tdt pero sin películas o series? Que va, sobre todo desde que tengo una hija y mi tiempo se ha reducido enormemente.
Que problema le ves a tener tele?
#21 Iba a responder, pero es una respuesta larga. Es más fácil responder a la gallega: ¿qué ventaja le ves a tener tele? Yo ninguna. Y tampoco echo de menos series ni pelis, las veo muy de cuando en cuando. Mi vida social ha mejorado, leo más, busco información acerca de cosas que me importan realmente, y hago música.
Mejor calidad de vida.
Con el tiempo se añadirá a tu colección de arte obras de ahora. Ha existido siempre y existirá la programación hueca, pero es con el tiempo y la madurez lo que nos hace distinguirla y rehuirla con habilidad practicada. Ya se nota sólo con el tráiler o adelanto.
#0 Me gusta tu idea y comparto que se han hecho grandes obras en el pasado, aunque comparar lo mejor de antes con todo lo que hay ahora te queda un poco sesgado. Te explico: para empezar, antes la televisión era sólo por la tarde (carta de ajuste por la mañana y desde las 12 o 1, ya no me acuerdo, que "se cerraba la tele", salía el himno, la bandera y hasta mañana a la hora del telediario). Luego, que está claro que en algunos aspectos tenían carta blanca para adaptar lo que quisieran, ya que sólo había una televisión y era pública. Actualmente la mayoría de cadenas son privadas y se basan en lo que se basan las empresas: estudios de mercado, encuestas, tendencias... Y le dan a la gente lo que sabe le va a generar más dinero. Con esto no digo que estoy de acuerdo en pensar que la televisión es un reflejo de la sociedad pero si es un reflejo del que más dinero da consumiendo televisión en cada franja horaria determinada. Ya que la televisión se consume (si da más audiencia un programa da más dinero en publicidad).
Sería, pues, un sesgo considerar que la televisión de antes era mejor sólo basándote en las mejores producciones de antes. Si hiciéramos eso en el futuro siempre sería mejor la tele de antes. Podría decir alguien en unos años que las mejores series de ahora demuestran que la TV es mejor que la del futuro.
Sobre el resto de tus ideas, también piensa que la sociedad actual ha cambiado, y creo que se usa la televisión para manipular a la gente más (mucho más) que antes, porque, como te decía, al ser parte del mercado las propias empresas manipulan para que la gente tenga según qué conductas. El linchamiento mediático le interesa a aquellas cadenas que ofertan carnaza para ese público determinado. Aunque dudo que eso no pasara antes. Eso es otro sesgo, podría llamarlo el de la "sobre información": ¿Hay más muertes por violencia de género ahora que antes? No, seguramente haya muchas menos, pero las de ahora son muy mediáticas y las de antes casi ni se veían.
Lo que sí te afirmo es que hoy en día todo se vuelve a polarizar. Todo es blanco o negro, y las explicaciones se reducen a la mínima expresión, basta con ver el lenguaje que se usa actualmente en los telediarios (en muchas ocasiones demasiado vulgar) además de que se utilizan argumentos que posicionan la opinión que genera una noticia para que la gente ya tenga el qué opinar. Cosa que antes se usaba un enfoque mucho más expositivo simplemente exponiendo los de hechos para que la gente tomara sus conclusiones.
Por cierto, lo de tomarla con los independentistas creo que es algo bidireccional, también los indepes les gusta de "odiar" a partidos de derecha, haciendo la misma demagogia que hace el otro bando. Supongo que lo sabemos todos pero por si acaso lo puntualizo.
La élite siempre ha controlado a la población de una manera u otra para que esta siguiera produciendo para ellos. Por otro lado, las armas de unos pocos para luchar contra esto también han evolucionado y dónde antes estaba esa tv2 regulada por la élite, ahora están las redes sociales. Francamente, la gente era más ingenua en aquella época y los pocos que no se creían el cuento tampoco tenían herramientas para hacerse oír.