De cómo Pericles se alejó del pueblo

Pericles fue el reformador de la democracia, el constructor de Atenas, el defensor frente a Esparta y un gobernante que miró por los pobres como pocos antes, pero un día cayó en desgracia y el fervor por él de los atenienses cayó. ¿Os suena a algo ?

Pericles acababa de establecer las quintas militares para que las familias pobres no sufriesen la falta de sus jóvenes, acababa de contratar a Fidias y convenció al pueblo para elevar el Partenon y acabar el muro defensivo. Pero oh, los atenienses podían ser muy progresistas en lo político pero miraban mucho la vida de sus gobernantes y Pericles , el olímpico, cayó en brazos de una mujer y extranjera, que en Atenas era algo no muy bien visto.

Aspasia era muy inteligente, hasta el punto de que Socrates afirmaba haber aprendido retórica de ella. Prendó a Pericles pero... estaba casado !. Así que dejó a su mujer y le ayudó a abrir una escuela. Aspasia emprendió una política de liberalización de la mujer que hoy nos puede parecer común pero cuatro siglos antes de Cristo era inaudita. Con Pericles frecuentaron los ambientes más selectos de Atenas. Y Aspasia concibió un hijo, pero años antes el propio Pericles designó que los hijos de madre extranjera no podían ser atenienses de pleno derecho. Los progresistas atenienses empezaron a ver cómo Pericles se apartaba de sus obligaciones.

Tenemos, veinticuatro siglos más tarde, a un héroe del pueblo que conoció mujer, la hizo su segunda en el partido, marchó a vivir con ella con lujos alejados de su amado pueblo obrero y se ha escondido en los momentos de dificultades. Pablo es mortal, es débil a la carne y ha caído en el error de Pericles, mostrarse olímpico pero dejarse ver humano.

Atenas después cayó bajo Esparta y su gobierno de tiranos, cayó Socrates judgado y ya no volvió a ser el esplendor de Grecia hasta que el hijo de un pastor del norte lloró por no tener más tierras que conquistar. Pero eso es otra historia.

Nihil novi sub sole, Pablo.