Para hacer un pan hay que amasarlo y añadirle la levadura para que fermente y aumente considerablemente su tamaño cuando sea cocinado en el horno. El resultado será un pan esponjoso.
Si este proceso fracasa el resultado será un pan aplastado y duro, parecido a las hostias de consagrar que no sirven para alimentar.
Por eso la expresión "hacer un pan como unas hostias" se emplea cuando se hace algo mal y el resultado final no soluciona nada sino que lo hecho deja en peor situación que el no haber hecho nada para remediar algo.
Por cierto, hablando de hostias dejo un enlace de cuando usar hostia con h y ostia sin la h.