Soy votante de VOX. No tengo ningún interés en ocultarlo. Por primera vez en muchos lustros, voy a votar convencido, contento de que haya un partido que defienda, más o menos, mis ideas. Por lo menos las que yo considero más importantes:
- Derogación de la ley de violencia de género y sustitución por otra que proteja a todos los colectivos.
- Aplicación de las leyes de extranjería, inmigración y protección de fronteras. Como la gran mayoría de votantes de VOX, y aunque no nos creáis, no estoy en contra de la inmigración. Es más, estoy completamente a favor de la inmigración controlada. Controlada por el país de destino, no por mafias u ONGs.
- Eliminación de administraciones intermedias, ya sea diputaciones, o autonomías o ambas, así como una reducción al mínimo del tamaño de la administración pública.
- Reducción de impuestos.
- Dejar de negociar con los independentistas. No usar sus escaños nacionales para lograr investiduras a cambio de ofrecerles la independencia a trocitos.
- Lucha contra la corrupción. Eliminación de indultos y endurecimiento de penas.
- Independencia del Poder Judicial.
- Distrito electoral único.
- Sistema educativo único en todo el país.
- Fin de las subvenciones a los partidos políticos y sindicatos. Que se sostengan con los afiliados.
Por supuesto, hay cosas en las que no estoy de acuerdo:
- Todo lo relacionado con la iglesia católica. Es más, ojalá alguien tuviera las narices de obligarles a pagar el IBI y a devolver todo lo inmatriculado.
- Todo lo relacionado con los toros.
- Todo lo relacionado con lo que ellos llaman "familia natural". Quitar la ley de violencia de género para poner otro tipo de prebendas a otros colectivos no tiene sentido.
Puesto en la balanza, me importan mucho más los puntos en los que coincido que los que no y por eso voto a VOX sin tener que taparme la nariz como hacía antes al votar a derecha o a izquierda.
Bien, en realidad todo eso no es lo que quería decir.
Aquí, en Menéame, así como en cualquier otro medio digital, siempre se acusa a la derecha de ser incapaz de razonar, de dialogar o de argumentar y de reducir cualquier discusión a Venezuela o Comunismo. No voy a negar lo evidente. Eso sucede constantemente. Pero lo que es un gran ejercicio de hipocresía es que lo digan los que luego hacen lo mismo en sentido contrario. No creo que sea necesario dar ejemplos, el ejemplo eres tú. Jajajajaja, qué ganas de meter eso por algún lado.
Bueno, a lo que iba. Que hace unas semanas me hice una cuenta en Menéame sabiendo que era territorio comanche pero pensando que de alguna forma podría encontrar debates y contrastar puntos de vista. Bueno, el objetivo lo he cumplido a medias. Es gracioso como el meneante medio desprecia el karma y ridiculiza a los que se quejan de sufrir constantes bajones. En general, el karma no tiene una gran utilidad, pero hay un umbral. En cuanto se baja de una cierta cantidad, el usuario se convierte en un fantasma. No puede votar, no puede comentar, no puede enviar noticias. Queda, a todos los efectos, silenciado. Y eso pasa constantemente, lo que pasa es que los guays no os dais cuenta porque no os pasa. Pero para las pocas voces discordantes que se atreven a enviar noticias "erróneas" es pan de cada día.
Se encuentran entonces con que ya no pueden participar más. Sus ideas no son aceptadas y ellos son censurados. Su única opción es crearse una nueva cuenta con la que enviar una o dos noticias más antes de volver a la nada o aceptar su insignificancia.
Yo soy un firme defensor de los sistemas de karma para valorar las aportaciones de los usuarios así como la brillantez de los comentarios. Sin embargo, creo que es un error vincular la posibilidad de participación con el karma. Bueno, un error siempre que uno no quiera crear una cámara de eco.
Como decía antes, yo mismo, después de unas semanas como observador, ayer me decidí a enviar dos noticias que consideraba relevantes. Evidentemente fueron tumbadas en pocos minutos. No por ser duplicadas o por spam o por microblogging. Simplemente porque la noticia no gustaba. Hoy quería haber enviado una noticia en la que Fedeca denunciaba los abusos del Gobierno en el nombramiento de altos cargos a dedo, pero no lo he hecho porque sería la última noticia que podría enviar. Sí, me he autocensurado por miedo a perder la capacidad de participar en igualdad de oportunidades.
Muchos estaréis dándoos golpes en las espaldas celebrando lo bien que funciona el sistema y como los fachas de mierda nos quedamos fuera de él. Si ese "muchos" es además "la mayoría", entonces no sois más que lo que criticáis por muy superiores que os sintáis.
Pues eso, que ya acabo. Espero seguir en Menéame mucho tiempo.