Recordad que lo importante no es cultura sí/cultura no. Lo importante no es arte sí/arte no. Tampoco tradición sí/tradición no. Tampoco libertad sí/libertad no.
Lo importante es bien/mal. Lo importante es supervivencia/extinción. Lo importante es si algo es bueno o no para la supervivencia de nuestra especie.
La tauromaquia, ¿es arte? ¿es espectáculo y habilidad? ¿es estética? ¿fue elogiada como arte por intelectuales célebres? También puede haber arte, espectáculo, habilidad y estética en el mal; por ejemplo en atracar un banco, asesinar a alguien, violar a una niña pequeña, quemar un bosque o selva, o echar gente viva a ser devorada por leones hambrientos como se hacía en el circo romano. Ninguna de estas cosas malas podría ser justificada bajo la bandera del arte, y el arte no justifica que se permita ninguna de estas cosas malas, contraproducentes para la supervivencia de nuestra especie.
La tauromaquia, ¿fue retratada por artistas? Los artistas también retrataron el mal: las guerras, los sacrificios humanos, etcétera. Los retratos por artistas no justifican que se permita ninguna de estas cosas malas, contraproducentes para la supervivencia de nuestra especie.
La tauromaquia, ¿es cultura? También el mal puede ser cultura. El circo romano, donde se echaban madres con sus bebés a ser devorados vivos por leones hambrientos para entretenimiento del público era cultura. Los sacrificios de bebés y niños a los dioses para que lloviese también eran cultura. Ninguna de estas cosas (hoy) malas podría quedar justificada en el presente bajo la bandera de la cultura, y la cultura no justifica que se permita hacer cosas malas, contraproducentes para la supervivencia de nuestra especie.
Lo que en el pasado era bueno (el circo romano, los sacrificios de niños, etc) queda obsoleto, perjudicial y abandonado a medida que el paso del tiempo y de la Historia van trayendo el progreso científico y técnico. La cultura es una transmisión de conocimiento que siempre tiene que ver con el bien y con la supervivencia de nuestra especie, incluso el circo romano y el sacrificio de niños a los dioses. Pero los conocimientos que benefician a la supervivencia de nuestra especie y que constituyen el Bien ético cambian y progresan con el paso de la Historia, y los conocimientos que en el pasado eran buenos y eran cultura, en el presente han quedado obsoletos, se han convertido en conocimientos primitivos, han quedado abandonados, practicarlos o aplicarlos en el presente sería perjudicial para la supervivencia de nuestra especie (circo romano, sacrificios de niños... ), y, en definitiva, ya no son cultura.
Cada cosa es cultura en su momento, es decir, cada cosa es buena para la supervivencia de nuestra especie en su momento. Lo que en el pasado fue cultura, en el presente deja de serlo porque se vuelve primitivo, perjudicial para la supervivencia de nuestra especie, y ya no es aplicado ni practicado de forma generalizada o mayoritaria por la sociedad, es abandonado por la generalidad de la sociedad.
Que la tauromaquia fuese cultura en el pasado (que lo fue) no la convierte en cultura en el presente. De hecho la tauromaquia ya no goza del reconocimiento mayoritario y generalizado de la sociedad del que toda cultura debe gozar para poder ser reconocida como tal cultura, porque la cultura, para serlo, requiere ser transmitida de una forma generalizada y mayoritaria por entre la sociedad. El simple hecho de que la tauromaquia ya no goce del respaldo mayoritario de la sociedad basta para que deje de ser cultura en el momento histórico presente, no importa cuántas veces quiera repetir un decreto gubernamental que es cultura.
Cultura equivale a progreso, y la tauromaquia ya no es progreso, se ha quedado anticuada. Solo fue cultura en el pasado, cuando todavía había que matar a los toros a pedradas y a alguien se le ocurrió la forma de matarlos con el mínimo esfuerzo, con solo una capa y una espada.
La tauromaquia, ¿es mantener enseñanzas antiguas? También podríamos seguir enseñando en las facultades de medicina técnicas antiguas perjudiciales para la supervivencia de nuestra especie, como intentar curar el cáncer con hierbas e invocaciones a los dioses en vez de con quimioterapia o radioterapia, o como practicar las intervenciones quirúrgicas sin usar anestesia o antibióticos, no vaya a ser que un día nos caiga encima un meteorito y todas las innovaciones médicas actuales desaparezcan y tengamos que volver a las cuevas. Las ciencias y técnicas nuevas y mejores deben sustituir a las más primitivas del pasado.
La tauromaquia, ¿es mantener las tradiciones? ¿es recordar y homenajear a nuestros antepasados? También podemos mantener la tradición de sacrificar niños a los dioses, o de echar gente a ser devorada viva por leones hambrientos en un circo, y recordar cuando nuestros antepasados hacían esas cosas. Nuestros antepasados estarían más orgullosos de nosotros si les dedicáramos los nuevos logros científicos y técnicos que hemos conseguido en la modernidad, que nos han permitido superar aquellas prácticas atroces, y que pueden justificar todos los esfuerzos de nuestros antepasados. Nuestros antepasados estarían más orgullosos de nosotros si nuestra tradición consistiese en ganar premios Nobel y no en torturar toros en una plaza. Mantener tradiciones u homenajear a nuestros antepasados no puede justificar que se permitan cosas malas, contraproducentes actualmente para la supervivencia de nuestra especie, incluso aunque solo se sacrifique a un niño al año o solo se eche una persona al año a ser devorada viva por los leones. Y ninguna de estas cosas malas podría justificarse en el presente bajo la bandera del mantener las tradiciones o del homenajear a nuestros antepasados.
La tauromaquia, ¿es un ejercicio de libertad? La libertad también puede hacer el mal. Por ejemplo, también son ejercicios de libertad violar niñas pequeñas, asesinar a gente, robar coches o quemar bosques o selvas. La libertad no justifica que se permitan cosas malas, contraproducentes para la supervivencia de nuestra especie.
Así pues, no importa si la tauromaquia es arte, o cultura, o mantenimiento de técnicas antiguas, o mantenimiento de tradiciones, u homenaje a nuestros antepasados. No son el arte, la cultura, el mantenimiento de técnicas, el mantenimiento de tradiciones o el homenaje a nuestros antepasados los que hacen que algo se vuelva un Bien ético y se vuelva bueno para la supervivencia de nuestra especie; por el contrario, es el hecho de que algo sea un Bien ético y sea bueno para la supervivencia de nuestra especie lo que lo hace merecedor de ser representado y resaltado artísticamente, lo que lo hace merecedor de quedar convertido en cultura, lo que lo hace merecedor de ser mantenido a través de la tradición, y lo que lo hace merecedor de homenaje, rememoración y celebración.
Lo único que importa es si la tauromaquia es buena o mala para la supervivencia de nuestra especie. Fue una innovación buena y ética en el pasado cuando no se conocía otra forma de matar toros que a pedradas. En el presente es una práctica cara, costosa para el Estado, lenta, ineficiente, anti-ecológica (destrucción de seres vivos por mero espectáculo y entretenimiento) y contraproducente para la supervivencia de nuestra especie.
La tauromaquia es una práctica atroz e inhumana, desde el punto de vista del Progreso, la Cultura y la Ética. En el presente ya solo puede estar justificada por la inferioridad cultural y la inferioridad moral. España tiene el atraso científico y económico que su inferioridad cultural, su devoción a los santos y su maltrato animal se merecen.