El déficit de las AAPP, excluida la Admón. Local y sin tener en cuenta la partida derivada del "rescate bancario", se sitúa al finalizar el 3º trimestre del año en 20.946 millones, lo que supone el 1,68% del PIB estimado para el ejercicio.
Aun considerando que la Admón. Local tenga una aportación positiva (estimo que al finalizar Septiembre ronde los 2.300 millones), lo que se sabrá dentro de unos días, la previsión más razonable es que el Gobierno de Pedro Sánchez Pérez-Castejón incumpla el objetivo de déficit fijado para el ejercicio (en el Programa de Estabilidad de 2019), por él mismo y al margen del vigente legalmente, en el 2% del PIB.
La previsión de otoño de la Comisión Europea es que España cierre 2019 con un déficit de las AAPP del 2,3% del PIB. Por su parte, el Banco de España estima que el déficit alcance el 2,4% del PIB y, únicamente, la AIReF (Informe 63/19) hacía una previsión optimista dejando la cifra en el 2,1% del PIB. En mi opinión, hasta el BdE podría quedarse corto.
No obstante, el aspecto más preocupante es que España no va a atender la Recomendación del Consejo de la Unión Europea, de 13 de Julio de 2018, de reducir el déficit estructural en 2019 en un 0,65% del PIB incurriendo, además, en lo que la normativa europea denomina una "desviación significativa" (por apartarse del objetivo pedido en más de un 0,5% del PIB), como ya advirtió la Comisión Europea el pasado 20 de Noviembre en el Dictamen sobre el Proyecto de Plan Presupuestario para 2020, lo que puede ocasionar que se abra a nuestro país el oportuno procedimiento para corregir la situación.
Otra cuestión inquietante es que los miembros del gabinete que, a mi juicio, tienen una mayor responsabilidad en el negativo balance sobre la marcha de las cuentas públicas, es decir, las titulares de Hacienda y de Economía y Empresa parecen tener muchas opciones de repetir cartera en el supuesto de que llegue a formarse el gobierno que se está negociando.