Glovo y sus pedidos fantasma

Hace unos días estaba en Madrid por motivos laborables, no me hacía mucha gracia pedir por Glovo, pero estaba realmente cansado decidí pedir la comida y descansar en el hotel.

Al hacer el pedido veo que me pone en 20 minutos está en casa, al cabo de 40 minutos me doy cuenta de que el pedido cuando llega a 13 minutos se reinicia y vuelve a los 20, al cabo de 1 hora cancelo el pedido, pido en otro restaurante, más de lo mismo.

Me quedo sin cenar y me meto en cama.

Mi sorpresa es cuando veo dos cargos de Glovo por los pedidos cancelados, al reclamar me dicen esto:

Al haber cancelado por voluntad propia este pedido, se te ha cobrado de forma íntegra ya que el establecimiento había empezado a preparar el pedido y tenía un repartidor asignado que estaba yendo hacia el restaurante para recoger tu pedido, tal y como dictan nuestros términos y condiciones.

No lo he cancelado por voluntad propia, lo he cancelado porque eran las dos de la mañana, y no creía que me fueran a traer nada.

Al día siguiente paso por el restaurante por el que supuestamente me traían la comida a esa hora y estaba cerrado, simplemente a esas horas no abre.

Conclusión, Glovo no sólo explota a los trabajadores, también te explota a tí.