Esto es un rollo sin importancia, una buambulancia tan tonta como un obrero de derechas.
Cuando mis padres decidieron casarse, uno de Aragón, la otra de Murcia, decidieron establecerse a mitad camino. Podía haberme tocado nacer en Cuenca, pero afortunadamente eligieron Valencia.
Ninguno de los dos hablaba valenciano, ni ella era de El Carche, ni él de la Franja, las zonas donde se habla valenciano en Murcia o catalán en Aragón. Así que el que os escribe se crió en un hogar donde el idioma materno y paterno era el castellano, con un acento u otro.
Luego llegó el momento de ir al colegio, la EGB, el BUP, el COU, la universidad y el menda decidió meterse en línea valenciana. Ya que estaba estudiando, qué mejor que estudiar en otro idioma y, de paso, sacarme el Mitjá de valenciano, lo que ahora es un C1.
He vivido en Valencia, en Castellón (donde dicen mone en vez de "vamos"), en Gandía, por trabajo en Lleida unos días a la semana durante 4 años y de paso me sirvió para viajar todas las semanas en plena pandemia, en Barcelona, en Mallorca. Todos ellos territorios donde se habla catalán, aunque el nombre de la llengua es valenciano cuando estamos en la Comunidad Valenciana.
En todos esos lugares he hablado según me ha parecido adecuado. En valenciano, en castellano, en valenciano preocupándome de no usar palabras exclusivas por si mis interlocutores catalanes o mallorquines no me entendieran. Y creo que en ningún lugar de los Països Catalans me he sentido incómodo por mi acento de ninguna parte o mis castellanismos/valencianismos involuntarios. Que he estado en charlas de una de esas empresas que se anuncian como catalanas 100%, de las de fem país, consume catalán, y me han preguntado antes de empezar si les entendía al venir yo de Valencia, como si un valenciano tuviera problemas en entender el acento y el vocabulario de un catalán central. Eso muestra la educación de muchos catalanes que son capaces de cambiar una charla al idioma de una sola persona si esa persona no entendiera el catalán.
Hace un par de semanas estuve por aquí intercambiando un par de mensajes con @radon2 sobre las peculiaridades del valenciano como variante del catalán. Lo típico de lo que uno se da cuenta, aquí en Valencia a la tarde la llamamos vesprada y decimos bona vesprada cuando en español se dice buenas tardes o en catalán dicen bona tarda (o bon dia, pero cuando la propia musa del independentismo, la Mònica Terribas saluda con un bona tarda el mismo 27O als ciutadanes i ciutadans de la República Catalana es que esa expresión es catalán oficial de TV3, como el inglés de la BBC). Un par de mensajes joviales y tranquilos, de relax cultural y reconocimiento de las formas de hablar de cada lugar donde compartimos lengua aunque no siempre palabras o expresiones. Que seguramente @radon2 y yo tendremos poco en común en cuestiones políticas, pero eso no nos impide conversar sobre nuestras peculiaridades lingüísticas. Y eso es algo que siempre agradezco.
Pero ayer no era uno de esos días de sosiego y buenas maneras. Tuve la mala suerte de seguir con el mismo tono relajado y cómplice al intentar conversar con @falc0blau, realmente algo relajado e insustancial, de conversación con guiños buscando relajación en sus expresiones que destilan una ponzoña hacia todo lo que no es catalán. Pensaba que enumerar palabras típicas valencianas como oratge, eixida o creïlles sería una forma de congeniar con un compañero valenciano del norte (algunos catalanes nos llaman catalanes del sur a los valencianos, así que nosotros les podemos llamar valencianos del norte a los catalanes).
Pues no, algo tan inocente como una enumeración de palabras valencianas me convirtió en un blavero, es decir, un nacionalista valenciano de derechas que considera el valenciano un idioma diferente del catalán y que añora el Reino de Valencia como Putin añora el Imperio Ruso de Pedro el Grande. Y no, ni soy nacionalista valenciano, ni de derechas, ni considero que el valenciano sea un idioma diferente del catalán. Yo sigo las normas de la AVL, no las normas de la RACV.
Pero eso al tal @falc0blau no le importa, le da igual que un charnego valenciano se haya esforzado en dominar su lengua materna y que la use con naturalidad
Por eso me resultó curioso que enviara una noticia sobre las críticas del pescadero de La Que Se Avecina presidente de Aragón criticando el supremacismo catalán.
Que tiene gracia que le molesten las críticas al supremacismo catalán cuando su forma de actuar en menéame muestra las formas de ese supremacismo, el de creerse mejor que el otro por no ser tan catalán, por usar palabras del sur de los Països Catalans que al catalán central le suenan como una perversión de su sacrosanto lenguaje.
¿Qué es supremacismo? ¿Y tú me lo preguntas?
Supremacismo... eres tú.