( ésta es la continuación de "Me llamo Tomás - Parte 03 - Nos hemos fijado en ti", que puedes encontrar en www.meneame.net/m/Artículos/llamo-tomas-parte-03-nos-hemos-fijado-ti )
- "Vuelvo a mi apasionante curro en Google", pienso tranquila, mientras me despido de Raúl.
- "¿Quieres que te acompañe un poco, no sea que ese loco siga por aquí?", me dice Raúl.
- "No, déjalo Raúl, no pasa nada", le respondo.
De camino a Google decido comprar un zumo de naranja en un supermercado que me pilla de paso. Las máquinas de vending de Google no tienen esa marca de zumo que tanto me gusta, mezcla yogur mezcla zumo.
Entro al supermercado y miro los artículos, mientras pienso en mi experiencia con "Tomás", si es que se llama así realmente.
- "¿A cuántas personas le ocurren cosas así? Que se te acerque un tarado y te diga que es del CNI...", pienso.
- "El tal Tomás parecía al principio un trastornado, pero al final del encuentro ha parecido una persona normal", sigo pensando, "aunque con un cometido extraño: contactarme".
"¿Para qué?, si es que es verdad la historia que cuenta", sigo pensando.
- "Y dice que es del CNI y que quieren contactar conmigo, vaya cosa".
- "¿Qué métodos son esos para contactar con gente?", me pregunto, mientras voy avanzando hacia el estante del supermercado en donde está mi preciado zumo de naranja yogurizada.
Y de repente...
- "¡No! ¡Esto es demasiado!", pienso sobresaltada mientras veo atónita una cucaracha parada y moviendo sus antenas en una esquina del suelo del supermercado.
- "Es mucha casualidad, otra cucaracha, y ahora en un sitio que en teoría debería ser limpio, un supermercado".
No le doy mucha importancia e ignoro la cucaracha. Por fin estoy ante mi zumo de naranja. Me paro.
Pienso también en Raúl. Su trabajo como director de concesionario Mitsubishi en Madrid no es muy estresante, según me cuenta; últimamente no hay muchas ventas, me dice. Su trabajo no es excusa para que esté algo irascible. ¿Qué le pasa? Yo no le doy motivos para que a veces me lance esas miradas o me haga comentarios hirientes. En fin, no sé qué voy a hacer con él...
- "3 con 45", me dice la cajera después de pasar el zumo por el lector de código de barras.
De camino a Google, en donde trabajo como experta en sistemas de machine learning de última generación, pienso de nuevo en el extraño sujeto, en Tomás.
- "¿Qué es lo que ponía en la tarjeta?"
- "Kamalastea 9D, lo recuerdo".
- "¿Y por qué lo recuerdo? Qué cosas".
- "Ya buscaré en Google. Kamalastea. Tomás Lemaire. Si es agente del CNI seguro que en Google no lo encuentro..."
(continuará)