Que no nos avergüence decirlo: muchos hombres y mujeres más grandes han sucumbido a los encantos del éxito, el Dinero y el Poder. Así que, no me parece demasiado considerado que se nos quiera reprochar de desconfiados. Parece como si nuestros representantes, a medida que se van asentando en el trono representador, fueran olvidándose poco a poco, como restándole importancia, a las constantes traiciones y mentiras que el pueblo ha sufrido por parte de sus gobernantes. "Yo soy diferente", nos dices; "nosotros somos diferentes" nos dicen. Sí: precisamente porque hemos creído que erais diferentes os hemos puesto a andar, pero cuidado con esas manitas.
Según nuestra experiencia, subir en los podios del éxito y el Poder es muy difícil. Pero más difícil ha demostrado ser la bajada. La última vez nos salió un tipo llamado Felipe Gonzalez, que tocó éxito y Poder una vez hace ya muchos años, y todavía lo tenemos ahí, manejando en el Psoe. Así que, si queréis convencernos de que Podemos es una herramienta del pueblo, o al menos una herramienta ciudadana, queremos ver claro y cristalino que estáis preparados para dejar el sillón mañana mismo si eso fuera lo mejor para nosotros (y a poder ser, claro, que seamos nosotros y no la burocracia del partido quienes lo decidamos). En este sentido, contraer una DEUDA de no sé cuantos cientos de miles de euros (¡y con un Banco!) no parece precisamente el mejor modo de reforzar nuestra confianza (más aún si tenemos en cuenta -siento insistir- que somos nosotros los que pagamos vuestras facturas) ¿De verdad creéis que esa deuda no ejercerá absolutamente ningún poder a la hora de cumplir con la misión con que os hemos cargado? No caigáis por favor otra vez en la ingenuidad de pensar que puede uno personalmente utilizar los instrumentos del Poder sin quedar uno mismo instrumentalizado por ellos.
Hay muchas otras preguntas que se derivan de esa: ¿cómo vais a pagar esa hipoteca cuando abandonéis el puesto? ¿acaso contáis con seguir cobrando del Partido y hacer entonces de la política vuestra profesión? ¿qué pasaría si, por un casual, Dios no lo quiera, os encontráis en una situación financiera en que fuerais incapaces de afrontar el préstamo y entonces algún honrado banquero os ofreciera su gratuita y amistosa indulgencia? Como digo, nuestra experiencia nos ha demostrado que las redes del poder se tejen y entretejen de muchas maneras, la mayoría, de hecho, legalmente impolutas. La más peligrosa de todas, por cierto, son los favores y simpatías que, como con los donetes, le llegan a uno en cuanto lo aupamos un poco (ya lo decía Clinton: el mercado hace amigos). Y además, que nosotros nos tengamos que endeudar con los bancos para comprar una casa mucho más humilde que esa es precisamente uno de los muchos motivos por los que os hemos puesto donde estáis; así que, si os abstenéis de hacer negocios con banqueros, mejor, no vaya a ser que le cojáis el gusto.
Nosotros aún nos acordamos de esas cosas que se nos dijeron de que Podemos no era un partido como los demás; y que ni siquiera era un partido, puesto que los partidos, tal y como estaban configurados, eran uno de los principales obstáculos en la democratización del Poder; que los partidos no habían demostrado más que ser útiles para su propia perpetuación y reproducción; que en Podemos no se venía a hacer carrera (que la política la dejábamos en cuatro años); que el propósito era construir una herramienta con la que el pueblo pudiera organizarse en contra de los poderes que lo sometían; que si los círculos, la gente, y todo eso. Pues bien, puesto que aquello movilizó a muchos en vuestro favor ¿qué progresos podéis declarar haber realizado en ese sentido? Porque no nos vale simplemente con que nos gobierne un señor un poco "más bueno", o un grupo de señores y señoras un poco mejores que lo que hasta ahora hemos padecido; lo que necesitamos es un sistema, una herramienta, que sea capaz de protegernos de la explotación, independientemente de que tengamos mejor o peor suerte en la elección de nuestros mandatarios.
En resumen, no os olvidéis de que ahí os hemos puesto para que cumpláis una misión: os pagamos de nuestro bolsillo para que en la lucha no os falte de nada; os hemos señalado el enemigo y enviado a sus hostiles tierras aún sabiendo que corremos un gran riesgo de que también vosotros, lo mismo que otros muchos a los que hemos enviado a lo largo de la Historia, acabéis confraternizando con los jefes de todo esto.
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Personalmente, creo que la dimisión de Irene y Pablo es una gran oportunidad. Sentaríamos un precedente muy importante. Un precedente que, quieran o no, afectará incluso a los demás partidos. Puede incluso que, con un poco de suerte, lográramos forzar que la siguiente consulta ciudadana sea para algo mucho más importante, como por ejemplo decidir qué límites queremos imponerles a quienes nos gobiernan (y ya puestos: que tengamos los medios y la ocasión de discutirlo por nosotros mismos, sosegadamente, sin la urgencia que nos imponen los hombres de negocios, y sin la tutela de los grandes medios). Pero, al menos, pienso que lograríamos que los siguientes que vengan se tengan que atener a una vara un poquito más estricta; que no creo que, cuando la cosa va de Poder, estemos para demasiadas relajaciones. Además, si es cierto eso que dicen de que si se va Pablo se hunde Podemos, entonces más vale que se hunda cuanto antes para empezar a reconstruirlo, porque, si para ganar hacía falta renunciar al tipo de herramienta que de verdad necesitamos, entonces ¿qué era ganar sino perder?