Miedo y libertad

Vamos a suponer que, un buen día, un extraterrestre llega a España, con la intención de instalarse, por aquello del clima y la comida. Este ser no conoce absolutamente nada de la historia de nuestro país, ni continente, etc... Como tiene toda la intención de integrarse piensa que debería votar, pero no tiene ni idea de que es eso de la derecha y la izquierda, así que decide abducir a un par de ciudadanos, uno de cada ideología y les pide que le intenten convencer de que su forma de pensar es la mejor para la sociedad en su conjunto.

El ciudadano de izquierdas empezaría hablándole de las bondades del sistema público. De la educación y sanidad públicas. De la necesidad de los impuestos para sufragar estos servicios con calidad. De la solidaridad necesaria para que la sociedad avance junta como un equipo. También incluiría que el color de la piel no tiene nada que ver con la forma de pensar de las personas.

Luego llegaría el turno del ciudadano de derechas y este, en un principio, le hablaría del sálvese quien pueda; de que si alguien no tiene recursos es su culpa y que se aguante; que uno no tiene porqué ayudar a nadie sin tener un beneficio que lo compense. Pronto se daría cuenta de que con esos argumento sólo convencería al extraterrestre si este fuese un ser con muchos recursos y egoísta, pero ve que no es el caso. Las ropas del ET tienen las costuras desgastadas y la nave tiene pinta de pasar la ITV cada año.

Entonces cambia de táctica y introduce el miedo en la argumentación.

Y aquí es donde sus opciones de convencerle se multiplican.

En lugar de hablar de las bondades de la derecha (ninguna a nivel colectivo, pero algunas a nivel individual) se dedica a asustarle con las supuestas y no demostradas maldades de la izquierda: te lo van a quitar todo.

La ropa, la nave, la libertad de aparcar la nave, la libertad de tener otra nave, la libertad de que tus hijos tengan nave... para resumir: la libertad.

Además, serán aquellos que son distintos al ET los que se lo van a quitar. Aquellos son los que debe temer mas. Esto afecta particularmente al ser, teniendo en cuenta que no hay muchos como él.

Da igual que no sea verdad. Lo repite una y otra vez. Insiste, con datos inventados. No importa. Lo que importa es convencerlo como sea.

Para razonar debemos usar la parte del cerebro conocida como cortex. La corteza exterior. Es en la corteza cerebral donde ocurren la percepción, la imaginación, el pensamiento, el juicio y la decisión.

 Pero el miedo tiene que ver con el instinto de supervivencia y eso se genera en la amígdala, la parte más interior del cerebro, que lo domina totalmente. Nubla nuestro juicio y despierta actitudes agresivas buscando la salvación.

Básicamente, para tener una ideología de izquierdas hay que pensar con lógica y no dejarse llevar por los instintos. En cambio, si te dejas llevar por el miedo acabarás teniendo una ideología de derechas. Por eso en cualquier debate, los defensores de políticas de izquierda aportan argumentos razonados desde la lógica y los de la derecha simplemente intentan asustar. Ganar el voto a base de meter miedo. La opción de la derecha será mejor, no porque sea buena, sino porque la de la izquierda, sea lo que sea, es terrorífica.

El miedo siempre gana a la razón. Es la emoción más fuerte. Si lo alimentas debidamente producirá una fuerza imparable. Además es mucho más fácil asustar que hacer razonar. Convencer a la gente de que no tiene nada que temer es muy laborioso.

El votante de derecha tolera tanta injusticia social y corrupción porque está asustado. No le intentes convencer con argumentos lógicos. No sirve de nada. Sabe que lo que le dices es verdad, pero le da igual. Prefiere la "protección" que cree que le da la derecha.

Esperemos que un día se dé cuenta de que es, precisamente, ese miedo, el que le quita la libertad, y su actitud asustada la que, por el camino, nos la quita a todos los demás.