Querer es poder y si no se quiere no hay poder. Esto es lo que realmente ha pasado es la sesión de investidura del candidato socialista Pedro Sánchez, porque Sánchez nunca quiso a UP como socio en el gobierno sea fuera o dentro. La muestra palmaria de todo ello fue la búsqueda de al abstención en las filas de la derechita cobarde, por si se amilanaban con su discursito cargado de una supuesta superioridad moral, pero nada de eso ha ocurrido y claro hay que hacer el paripé con UP y con todos los partidos que arrastra, pero con desgana y desconfianza inusitada, humillado claramente al sus "socios" preferentes, aquellos que les quitaron del pozo de los 80 diputados para hacerlo presidente en la famosa moción de censura, tolalmente gratis. Pero la gratuidad tiene un límite, prueba gratis el gobierno unos meses y luego si le gusta pague la cuota, como te ofrecen en cualquier empresa de servicios, pero resulta que... El Señor Sánchez, por desgracia, está en la órbita de otro tipo de ofertas provenientes de un grupo de empresarios, donde se le ofrece claramente la dirección a seguir, que no es otra que la de insistir sobre la abstención de la derechita más cobarde, la de Cuñadans, que tras dimisión tras dimisión esta a punto de madurar.. No hay más relato que ese.. El PSOE le asusta la verdadera izquierda, solo usa su discurso cuando llegan las elecciones, para luego irse a pactar con la derecha las políticas que tienen que ver con lo verdaderamente importante, la economía, el reparto de la riqueza. Así pues es esta historia de desamor permanente. Cuando no te quieren no te quieren y todo es fingir de cara a la galería. El PSOE no es la izquierda, y se acojona sobremanera el tener que hacer políticas de izquierda en lo que verdaderamente importa, o sea, tocar la pasta del capital que ya tú sabes de quien es..
Es que, acaso no sabemos a estas alturas quien es el PSOE.. Carallo!