Responsabilidad política ante una nueva recesión económica

En la primera quincena de este mes de Agosto hemos asistido a una caída del Ibex-35 superior a los 500 puntos justificada, en trazo grueso, porque la economía se encamina hacia una etapa recesiva.

La opinión de que se va a producir una nueva recesión se ha fundamentado en datos diversos tales como que el PIB del segundo trimestre de Alemania ha retrocedido en 0,1% respecto de su precedente o que la curva de tipos de interés de EEUU se ha invertido.

Con independencia de que el pronóstico sea o no certero, lo que es innegable es que, al igual que ocurrió en los tiempos previos a la “gran recesión” de 2008, el ritmo crecimiento de la economía española, medido en base a la evolución trimestral del PIB, se viene suavizando desde, aproximadamente, mediados del año pasado.

Para tener una visión más concreta de lo anterior, seguidamente se consignan los porcentajes de variación interanual del PIB del tercer trimestre del año 2007 al segundo trimestre del siguiente año (la economía comenzó a contraerse en el último trimestre de 2008) y los mismos parámetros para los ejercicios 2018 y 2019

CRISIS 2008 .. 3ºT-2007: 3,6%; 4ºT-2007; 3,6%; 1ºT-2008: 3,0%; 2ºT-2008: 2,2%

 ACTUAL …………. 3ºT-2018: 2,5%; 4ºT-2018; 2,3%; 1ºT-2019: 2,4%; 2ºT-2019: 2,3%

Dejando a un lado el asunto de si la posible recesión es inmediata o todavía tardará un tiempo en llegar, en lo que sigue de este comentario se va a tratar de dar unas pinceladas sobre las diferencias de partida que existen hoy en día, en relación a las que se daban a finales de 2007, respecto de diversas magnitudes económicas.

El objetivo final es tomar conciencia de la diferente capacidad de maniobra de la economía, frente a la que presentaba en la antesala de la crisis de 2008, ante una nueva recesión (versión ampliada en elgorgojorojo.wordpress.com/2019/08/20/posicion-de-la-economia-ante-un) y poder intuir la magnitud de las consecuencias que se derivarían.

Pecando de simplicidad, nos centramos en dos aspectos:

a) Nivel de actividad y mercado laboral. En el ejercicio pasado, el nivel de actividad la economía española, en términos de PIB por volumen o real, fue superior en casi un 5,5% al que tuvo en 2007, aunque esto se consiguió con un número de ocupados inferior en algo más de un 6%. Por otro lado, el año 2018 concluyó con algo más de 3,3 millones de desempleados en tanto que en 2007 su cifra no llegaba a los 2 millones.

 b) Cuentas del sector público. En el año 2007 las AAPP obtuvieron un superávit de 20.792 millones y adeudaban 384.662 millones. Al concluir 2018 las AAPP presentaron un déficit de 29.982 millones y la deuda alcanzaba 1.173.109 millones.

Pienso que está claro cuál de las dos situaciones (2007 ó 2018) tiene peor “pinta” y, también, que debiéramos exigir a (todos) los políticos que tomen medidas para impedir o, si lo anterior es imposible, paliar los efectos de otra recesión.

Siguiendo este objetivo estratégico, lo primero que debe hacerse es exponer con toda sinceridad que hay que seguir haciendo sacrificios que tendrán que incidir, necesariamente, en materia de: a) pensiones (no cabe la indexación al IPC sin más), b) sueldos de empleados públicos (no debe llevarse adelante la subida prevista para 2020 y hay que reducir gastos) e c) impuestos (en especial, debe reformarse el Impuesto de Sociedades en materia de deducciones en la cuota).