Estamos en plena Eurocopa de fútbol, deporte que imagino que muchos de vosotros seguís (y otros muchos no), y todo lo que acontece al deporte rey adquiere una dimensión que transciende el propio fútbol. Pero no he venido a hablar de fútbol, sino de cómo en el fútbol se proyectan algunos de los males que tiene la sociedad española.
Para los que no estén al tanto, Luis Enrique es el seleccionador español. Es un histórico jugador que realizó su carrera en Madrid primero, y Barça después, siendo un destacado interior. Como entrenador, ha sido, junto a Guardiola, y dos entrenadores europeos más, el único en la historia en completar un triplete (Copa, Liga y Champions). No es un tipo especialmente simpático con la prensa y tiende en ocasiones a caer por ello mal. Morata es el delantero español que ha elegido L.E. para ser el goleador franquicia de la selección. Es un jugador que estuvo en el Madrid y se marchó, para acabar en el Atletico de Madrid. Actualmente juega en la Juventus de Turín. No es mi opinión un delantero top, pero no puede achacársele que no se deje la piel en cada partido.
Bueno, pues el señor Luis Enrique, que lleva poco tiempo como seleccionador, y este es su primer gran torneo, tuvo la osadía hace un mes, de dar la convocatoria de jugadores para ir a la Eurocopa, y no incluir a ningún jugador del Real Madrid. Desde entonces, la prensa "nacional", por boca de muchos periodistas ha virado contra el entrenador, con artículos críticos constantes y ataques furibundos ante el juego desarrollado hasta ahora.
Al mismo tiempo, el jugador Morata, elegido por L.E. como titular, está siendo crucificado por cada fallo (no está muy acertado, ciertamente), creando un clima hostil contra él.
Desde hace un mes, no han cesado los ataques al entrenador, y el mensaje ya ha calado en buena parte del público, sobre todo madridista, que raja sin compasión contra el entrenador y contra el propio jugador, llegando a recibir pitos en los partidos que está jugando España en Sevilla. Imaginen, una selección recibiendo pitos en su propio campo cuando está jugando un torneo Europeo.
Bueno, todo esto me sirve para hablar de lo que realmente quería hablar, y es de como, hay una parte de España que cuando no manda, cuando no es la que tiene la sartén por el mango, se olvida del patriotismo, de la bandera, y de lo español, con la que tanto se llena la boca, para ir contra el propio país.
Y de como los medios deciden cuando y a quién hay que apuntar, y crean los climas de opinión que les interesa en cada momento, por intereses económicos o políticos. España es suya y de nadie más, y sino es de ellos, no puede ser de nadie, y "mejor que caiga, que ya la levantaremos". Creamos el enemigo, y solo hay que esperar para ver como cala el mensaje.
Hace unos años tocaba pitar a Aragonés por no llevar al madridista Raúl, luego a Piqué, porque se mostraba favorable a un referéndum, y hoy a Lucho y a Morata porque dejaron el Madrid en su día, y encima uno es idolo culé.
Luego sí, no nos faltan las banderas, las pulseras, las gorritas y llamar traidores a los demás, pero en cuanto España no es lo que yo quiero, mejor que le vaya mal. No les cabe otra España que no sea la azul, la centralista, la del castellano, la del capote y la mantilla. Lo demás, no es España.
Hay momentos en los que ser español y sentirte agusto es jodidamente difícil.
Espero que al menos, en el fútbol, L.E. pueda dar en el morro a muchos.