Al final se juntó el hambre con las ganas de comer. Dos cándidos candidatos dos, hambrientos de poder, muy de derechas los dos.
Por un lado tenemos a la Txintxeta mecánica, Sorayita, apocopada, sin su CNI, con el que poder hacer la puñeta a quien se meta con sus intereses. Por la otra banda tenemos al candidato joven-viejo, que es el más carca de todos, que extraña por su juventud, que sea tan retrógrado, casposo y rancio.
Ha ganado la primera vuelta Soraya, pero lo ha hecho por un estrecho margen. La susodicha ha salido ante los medios diciendo que hay que hacer un gesto de generosidad y como es la ganadora, pide una candidatura unitaria regida por ella misma, ya que según ella, gana la candidatura más votada, como quien gana unas elecciones según decía Rajoy. Pero claro... Al pan, pan y ahí vino Casado, qué nanay de la China, que la norma es la norma, que hay segunda vuelta, donde Sorayita no quiere ir, por que el niño de los másters falsos, tiene todas las de ganar, puesto que tiene el apoyo de la Cospe y Margallo. Pero...tócate el carallo....Pablo Casado presidente, no es casado, sino imputado por los tribunales, ahí es nada...O sea, el PP se encuentra entre la espada y precipicio, la espada de una guerra civil si gana Soraya y en el precipicio si Casado es imputado.
Vuelve don dedo que te perdonamos, rezan los nostálgicos..