Una auditoría oficial revela que el programa australiano de submarinos suscrito con la compañía francesa Naval Group “está experimentando nueve meses de retraso en la fase de diseño”, cuando no ha transcurrido ni un año desde la formalización del contrato, que tuvo lugar el pasado febrero. “Como resultado, Defensa no puede demostrar que su gasto de 396 millones de dólares [australianos] en el diseño del futuro submarino haya sido completamente efectivo para lograr los dos hitos de diseño más importantes hasta la fecha del programa”, según se recoge en el punto 11 del informe de la Oficina Nacional de Auditoría de Australia (ANAO, por sus siglas en inglés) publicado este mes.