En Barcelona, por si hubiera suficiente con el ejército, la guardia civil, la policía nacional, los mossos d'esquadra y la seguridad privada, también "nos protege" la guardia urbana. La existencia del cuerpo de unidades antidisturbios de la guardia urbana de Barcelona (UPAs) es una constatación de la perversión democrática municipal alcanzada por un modo de hacer despótico que utiliza una guardia de corps como fuerza de choque para silenciar las voces discordantes. Fotografías de Jordi Secall.