“La edad más desdichada de todas es la juventud, porque en la juventud empiezas a comprender las cosas y te das cuenta de que los hombres no valen nada. A los hombres no les interesa la verdad, la libertad ni la justicia. Son cosas incómodas, y los hombres se hallan cómodos en la mentira, la esclavitud y la injusticia. Se revuelcan en ellas como cerdos.”
Oriana Fallaci, “Un hombre" (1979)