Un día, un hombre fue a la joyería y dijo al joyero: -Quisiera pesar este oro. Préstame tu balanza. El joyero respondió: -¡Lo siento de veras, pero no tengo pala! -¡No, no! -dijo el hombre-, ¡yo te pido tu balanza! El joyero le dijo: -¡No hay escoba en este almacén! -¿Estás sordo? -dijo el hombre- ¡Te pido una balanza! El joyero nuevamente respondió:
-He oído muy bien. No estoy sordo. No creo que mis palabras estén desprovistas de sentido. Veo bien que careces de experiencia y que, al pesar tu oro, vas a dejar caer algunas partículas al suelo. Entonces me dirás:
"¿Puedes prestarme una escoba para que pueda recuperar mi oro?"
¡Y cuando lo hayas barrido, me preguntarás si tengo una pala! Yo veo el fin desde el principio. ¡Recurre a algún otro!"
Cuento sufí.
Yalāl ad-Dīn Muhammad Rūmī - Mathnawi”