Los atascos de tráfico cuestan a la sociedad miles de millones de euros anuales. La pérdida de tiempo (de trabajo y de consumo), el aumento de la contaminación y el aumento en el número de accidentes son algunas de las razones de dichos costes. Por qué se forman los atascos es bien conocido, ya que si aumenta el número de coches en circulación por un tramo la carretera se congestionará, y el atasco será inevitable. En cuanto a cómo se forman los atascos, hay diversas formas, pero una sobresale sobre todas las demás: cada conductor es egoísta.