Hace algunos años nadie tenía idea de que iba el artículo 525 del código penal, tampoco necesitaba nadie cocinar a Cristo, tenerlo clavado a unos palos parecía suficiente. Tuvieron que venir cristianos comprometidos con la defensa de su doctrina a descubrirnos el estofado #1 que había filmado un madrileño en 1977 mediante fragmentos del corto que se emitieron en un programa de entrevistas de una tele de pago en 2004 y que, de no montar la alharaca, habrían pasado todavía más inadvertidos que el artículo 525.
En aquel entonces ese texto remozado del mejor franquismo descansaba inútil dentro de nuestra ley convenientemente aplastado bajo el derecho a la libertad de expresión. Solo a un grupo de frikis #2 nos preocupaba, ya que la religión en Internet era fuente de entretenimiento y ya íbamos conociendo el peculiar carácter de nuestros talibanes patrios. Advertimos del peligro que suponía dejar esa bomba de relojería ahí y con tono profético publiqué que el artículo "esperaría agazapado a tiempos más oscuros". Y ahora que nos encontramos en estos tiempos de leyes mordaza, de tuiteros censurados por idioteces y de gente ofendida por todo los talibanes echan mano con más frecuencia de ese residuo del nacionalcatolicismo que yacía olvidado en el código penal. ¿Significa que ya estamos en una Edad de las Tinieblas? Creo que es todo lo contrario #3. Las protestas y trifulcas generalizadas que han posibilitado las tecnologías están creando una sociedad más iluminada, más transparente y libre.
Una sociedad libre es una sociedad revolucionada, donde los conflictos afloran, todos discutimos por todo, y todos nos tiramos los trastos a la cabeza y tratamos de perseguirnos unos a otros mientras nos victimizamos y lloramos mucho por la opresión de los demás. Justo lo contrario a lo que ocurre en los tiempos oscuros, que son épocas de obligado consenso y extrema placidez. Los tiempos no son más oscuros, son los extremistas los que se han vuelto más oscuros, precisamente porque hay más libertad y ellos, como el gobierno (o en el gobierno), no prosperan bien en libertad, sólo la utilizan con renuencia y prisas como un medio para ir construyendo su Edad Oscura. Así que se han propuesto recristianizar la sociedad a base de palos ya que agitando zanahorias no se comían un colín. Y aunque han agarrado el palo del 525 con entusiasmo eso también demuestra su debilidad y su falta de previsión porque, si el gobierno no consigue instaurar de una vez por todas una teocracia, la reacción será aun más entusiasta.