En el año 2001 se publicó el mítico Manifiesto Ágil que sentaba las bases del desarrollo de software moderno.
Al siguiente año, en el año 2002, Ken Swaber junto con otros, fundaba la Scrum Alliance para promover Agile y en especial Scrum como metodología de desarrollo, y creaba un conjunto de certificaciones relacionadas a Scrum. Buen marketing y dueños de empresa buscadores del sempiterno santo grial del desarrollo de software pondrían Scrum en boca de todos, hasta de Forbes [1].
Poco tiempo después, hordas de programadores fracasados y mediocres, así como mandos intermedios sin curro, motivadores no inspirados, escritores sin ideas y cualquier otro profesional estancado, pero con el don de la palabra, se certificarían como Scrum Masters o Scrum Trainers, y se aprovecharían de la moda del Scrum en las empresas de desarrollo. Nuevamente volvíamos a creer que de manera mágica una metodología haría funcionar un equipo de desarrollo, no así la capacidad de los miembros del equipo, y que un gurú nos conduciría a la luz. Eventualmente Ken Swaber, el creador y fundador de Scrum, dejaría la Scrum Alliance asqueado y fundaría Scrum.org. Llegó Kanban y al fin parece que los "gurús" han vuelto al agujero de donde salieron, a la espera de otro movimiento ideológico que abanderar para nuevamente lucrar o por lo menos ganar notoriedad.
Esto se ha venido repitiendo a lo largo de la historia, por ejemplo el cristianismo: algo que en esencia era bueno y beneficioso, termina siendo contaminado por el afán de lucro y / o poder. O dicho de otra manera: el buen mercader se aprovecha de las esperanzas y creencias más profundas del ser humano para lucrar.
Y esta mañana me entero de que la revista People ha declarado a Julia Roberts la mujer más bella del mundo [2]. Sobre gustos los colores. Rompamos los estándares impuestos por el partriarcado sobre belleza; una mujer de 49 años puede ser la más bella del mundo. Luego leo en Vanity Fair que probablemente People haya hecho tal movida para contentar a sus lectores [3]: la gente joven no compra revistas.
Conspiration everywhere.
Deme una ideología o religión señor y guarde su pan negro, dice el buen profesional del marketing.
En el mundo occidental se ha alcanzado la libertad de culto, donde uno puede profesar la religión que le salga de las pelotas. ¿Cuán lejos está el día en que haya libertad de ideologías? Que Julia Roberts como mujer más bella del mundo en el 2017 me parece una exabrupto, que si una mujer se queda en casa me parece bien en tanto sea su decisión, que me gusta cagar a trompadas al que me jode, que a veces soy infiel, que no me gustan las gordas, que el Islam como religion me da miedo, y que por decir cosas así no se me destierre socialmente. "Ah no, no preocuparse, llegará el día en que habrán clínicas de rehabilitación, así como las hay para los 'adictos al sexo', donde todas esos pensamientos impuros serán erradicados y saldrás como una persona de bien".
Qué miedito. Pero hoyga, si como dicen la historia es cíclica, esta fiebre de ideologías modernas pasará. ¿O no?
[1] www.forbes.com/sites/stevedenning/2011/04/29/scrum-is-a-major-manageme
[2] people.com/movies/julia-roberts-worlds-most-beautiful-woman-2017/
[3] www.revistavanityfair.es/celebrities/articulos/julia-roberts-mujer-mas