Sobre un escollo situado 6 millas mar adentro de la costa bretona, en un borrascoso tramo de mar llamado el «infierno de los infiernos», surge de entre las olas el faro Les Pierres Noires, construido en 1871, declarado Monumento Nacional y aún en uso. La cúpula de hierro forjado, con sus 800 kg de peso, estaba gravemente corroída por más de un siglo de exposición al aire salino, lo que hizo necesaria su restauración. Una vez desenganchada de las fijaciones, un potente helicóptero de transporte la bajó a tierra, donde la esperaba el Zeus 37.7 d