Este es sólo un leve discurso de fin de año, el que nunca llegué a ofrecer, el que demandaban las masas enfurecidas por el precio de las orgías, el que debí tributar hace tiempo a esas mismas y paupérrimas masas cuando el rodillo estaflacionario les partió en pedazos hasta no volver a amarse entre ellos por estar prohibido, mal visto por el gran hermano. Ese muñequito de trapo virtual que Orwell interpuso entre la vida y nuestra muerte.
Este, os recuerdo, es tan solo un leve discurso de fin de año.
Autor: José Miguel Gándara C.