El verbo se hizo carne

El verbo se hizo carne y deliberó con la nada en una constante dialéctica de derribo.

 

El verbo se hizo carne y acechante, cambió de estrategia para así poder dominar al nadismo subyugante.

 

He aquí que el combate permaneció en tablas durante muchos milenios, eones diría yo. Y todavía hoy, yacemos cubiertos de hielo, esperando la teofanía.

 

 

Autor: José Miguel Gándara C.