Hace 3 años que el barrio de Gamonal, en Burgos, dio una lección de cómo conquistar pequeñas victorias antes de la revolución que lo cambie todo. Se oponían a la construcción de un bulevar en el barrio, una obra millonaria que sólo favorecía a los especuladores y no a las numerosas necesidades que tenían. Tras numerosas protestas pacíficas, a las que el ayuntamiento no hizo caso, no quedó otra que intentarlo a las malas, que es el único lenguaje que entienden los capitalistas.