Entre las guerras de los Balcanes (1912) y el Tratado de Lausana (1923), los europeos vivieron una década apocalíptica de guerra, peste, hambre y muerte. Ucrania fue uno de los países donde la guerra, la revolución y el colapso social produjeron una catástrofe demográfica. Como parte de lo que Churchill denominó las “guerras de los pigmeos” y “la guerra desconocida” en Europa del Este, los acontecimientos en Ucrania fueron tan desordenados y mortales como los de los Balcanes o los del frente de la guerra de los gigantes en Francia.