El pasado 4 de junio tuvo lugar en un céntrico hotel de Sevilla una nueva edición de la reunión general que everis viene organizando anualmente en nuestra ciudad mediante la cual sus directivos ofrecen a los presentes la visión empresarial de la actualidad del negocio tanto a nivel internacional como local.
Como en años anteriores, la dirección presentó mediante ilustrativas diapositivas un aluvión de cifras relativas a plantillas, incorporaciones, salidas, estimaciones, proyectos, etc. Pero lo novedoso en esta ocasión fue el enfoque común que los principales oradores dieron a sus ponencias ensalzando las virtudes de la Inteligencia Artificial (Artificial Inteligence, AI) y laAutomatización de Procesos (Robotic Process Automation, RPA) áreas del conocimiento que, a tenor de lo expresado, debemos considerar como las dos partes integrantes del maná del mundo empresarial del siglo XXI que traerá un futuro desbordante de prosperidad.
A modo de macabra introducción intervino Juan Garay, socio de centros y apoderado de everis Spain S.L. desde octubre de 2017. Interpretando la historia como a los dueños de los medios de producción les interesa, Garay se sumó a todo ese ejército de organizaciones e individuos que, como la poderosa Fundación para la Tecnología de la Información e Innovación de Estados Unidos -financiada por gigantes corporaciones como Google, Dell o Microsoft que compiten con el PIB de muchos países- aprovechan cualquier ocasión (y la reunión general era idónea) para criminalizar el movimiento obrero cuando éste se rebela ante tanta injusticia y sufrimiento.
Así, el responsable de producción de everis Centers hizo un relato descalificador acerca de lo que se ha dado en llamar ludismo, un movimiento espontáneo de obreros destructores de máquinas surgido entre 1800 y 1830 en Inglaterra. Olvidó mencionar el señor Garay que aquella era “[...] una década de guerra contra Napoleón [que] disparó el desempleo, así como los precios de los productos cotidianos. La clase trabajadora sufría una fuerte crisis económica y los dueños de la potente industria textil del norte de Inglaterra buscaron reducir costes mediante la bajada de los salarios de sus trabajadores y la introducción de nueva maquinaria que suponía prescindir de parte de la mano de obra para obtener un producto más barato pero de peor calidad. Con los sindicatos prohibidos y perseguidos desde 1800, el movimiento ludita surgió el 11 de marzo de 1811 en Arnold, cerca de Nottingham. Después de ser reprimida por el ejército una protesta que demandaba más trabajo y mejores salarios, esa misma noche una turba destruyó 63 telares automáticos que reemplazaba la fuerza de trabajo de los tejedores”.
Lo que no olvidó señalar el señor Garay, tal y como dejó explícitamente dicho ante casi 600 trabajadores, suponemos que en un intento de amedrentar al personal, fue el final que les deparó a aquellos luditas cuyo único delito fue luchar como sabían y podían para que se les respetase su sustento de vida: la pena de muerte. Efectivamente, “La respuesta del Gobierno británico fue implacable. 12.000 soldados se desplegaron para luchar contra los luditas, superando en número a las tropas enviadas a la península ibérica para luchar contra Napoleón. El parlamento aprobó en 1812 una ley que castigaba con pena de muerte la destrucción de máquinas. Al menos 30 luditas fueron ahorcados y más de 60 fueron desterrados a Australia”.
Pero la cosa no se quedó en una mera revisión de la historia sino que advirtió a todo aquel que ose ir en contra de la sacrosanta automatización que correrá la misma suerte de castigo que los luditas del siglo XIX. Vemos una vez más que la empresa y su sindicato CCOO añoran aquellos años en los que los trabajadores eran brutalmente reprimidos por el hecho de defender sus derechos.
Tirando de hemeroteca, podemos leer que everis es pionera en las áreas de IA y RPA, habiendo definido su “Modelo de Pensamiento Productivo” ya en el año 2010; un concepto que, en palabras de Rodrigo Catalán, director ejecutivo del departamento homónimo “nos hace capaces de transformar y exponenciar los beneficios a grandes organizaciones”. Por su parte, Rodrigo Zambón, responsable de BPO Américas de everis, explica que el Pensamiento Productivo “es mejorar la calidad de los productos mitigando los riesgos y disminuyendo los costos del negocio [...]”. Por si los eufemismos anteriores no nos dieran suficientes pistas sobre las implicaciones que tiene la automatización para los trabajadores, el portal CIOPERU, cuyo fin es “brindar a los líderes de Tecnología de la Información y Comunicaciones [...] la información más precisa relacionada con las aplicaciones de las tecnologías de la Información (TI) en la gestión empresarial, en busca de facilitarles el logro de sus objetivos empresariales”, nos lo explica con total claridad: “[...] el Pensamiento Productivo permite eficiencias exponenciales, como una reducción de costos de entre el 20% al 40% y una reducción en la planilla -o contratos con terceros- de hasta el 80%. Con esta visión, por ejemplo, se logró que una empresa de transporte redujera sus FTE (la cantidad de empleados necesaria para realizar una tarea) en un 80% [...]”.
Por su parte, las reflexiones de David Pereira, responsable de arquitectura digital de everis España e inteligencia artificial de everis Europa, hechas para el diario del negocio digital Kilpell01 son también muy reveladoras. Por un lado, señala que “McKinsey predice que un tercio de las tareas se automatizarán en cerca del 60% de los trabajos. Un informe de la Casa Blanca de 2016, por su lado, señalaba que el 83% de los trabajos por debajo de los veinte dólares la hora iban a desaparecer. Estos son los más alarmistas. En mi opinión, la IA todavía está en una fase de madurez muy temprana. Más que sustituir a los humanos, les dará apoyo. Todavía falta mucha regulación en este campo y un debate ético y moral.” para inmediatamente después afirmar que ”Los trabajos más mecánicos serán los más susceptibles de ser sustituidos por la IA [...]”.
Fernando Francés, entrevistado por ABC en 2006, hizo una sorprendente revelación: “Hay un socio que dice que esta compañía es el sueño de Marx, pero hecho por gente de derechas. Es verdad. Todos somos dueños de la compañía. Todos los empleados somos accionistas. Si las cosas van bien, van bien para todos. Si van mal, van mal para todos. Sin embargo, somos gente de derechas. Normalmente, cuando las personas de izquierdas, que tanto enarbolan esto, lo intentan hacer, no saben” . Esas declaraciones del que fue uno de los socios fundadores de everis tienen mucha enjundia.
Para empezar, el señor Francés falta descaradamente a la verdad al meter en el mismo saco a dueños y ‘empleados’. En el sistema socioeconómico actual, los primeros son los propietarios de los medios de producción mientras que los segundos -trabajadores asalariados o proletarios- no poseen más que su fuerza de trabajo, que se ven obligados a vender al patrón de turno. En una sociedad así ni las relaciones sociales ni las relaciones laborales se basan en una especie de justicia universal. El dueño tiene el poder, el asalariado no.
En segundo lugar, sus palabras tienen un marcado carácter político alineándose públicamente con la derecha, a pesar de lo que decía Benito Vázquez -recién nombrado responsable adjunto de NTT Data para Europa, Oriente Medio y África (EMEA) y América Latina- a EL INDEPENDIENTE en 2017 de que “Ni los políticos tienen interés en escuchar a los empresarios ni viceversa”; a pesar de la extensa y polimórfica carrera política del actual presidente del grupo everis Eduardo Serra, ocupando cartera en elMinisterio de Defensa en el año 1982 con la UCD, pasando por la etapa socialdemócrata del PSOE como Secretario de Defensa hasta coronar en el gobierno del PP de Aznar la cartera de Ministro de Defensa, cuando puso en marcha despilfarradores Programas Especiales de Armamento que dejaron un agujero de más de 30.000 millones de euros en las arcas del Estado; a pesar de los, por ejemplo, 32 millonarios contratos que solamenteel Ayuntamiento del cambio de Barcelona firmó con varias empresas del grupo everis el año pasado. Curiosa definición que le da el señor Vázquez al términointerés.
Volviendo al asunto de la transformación digital, las señales del peligro que se cierne sobre la clase trabajadora son incontestables y no provienen únicamente de esa izquierda de la que tanta aversión siente el señor Francéssino de informes económicos elaborados por los mismos empresarios y grupos de opinión que tanto enarbolan la bandera de la automatización. Veamos unos cuantos ejemplos:
La OCDE "ya avanzó que más de 60 millones de trabajadores correrán el riesgo de ser reemplazados por máquinas en los próximos años. Y es queel 14% de los empleos en los países desarrollados son altamente automatizables” mientras que “otro 32% de empleos sufrirán cambios sustanciales por la influencia de la tecnología y la robótica. [...] En España, el porcentaje de empleos listos para escapar de manos humanas asciende al 20%, es decir, la tecnología puede destruir uno de cada cinco empleos”.
Otro informe demoledor es el que elaboró el Departamento de Macroeconomía, Área de Planificación Estratégica y Estudios de Caixa Bank, entidad nada sospechosa de ludismo. “Según sus estimaciones, un 43% de los puestos de trabajo actualmente existentes en España tienen unriesgo elevado (con una probabilidad superior al 66%) de poder ser automatizados a medio plazo, mientras que el resto de los puestos de trabajo quedan repartidos a partes iguales entre el grupo de riesgo medio (entre el 33% y el 66%) y bajo (inferior al 33%)”.
Por su parte, en la edición de 2016 en Davos, el Fondo Monetario Internacional señaló que en total la inteligencia artificial dilapidará cinco millones de puestos de trabajo para 2020 en los 15 países más industrializados del mundo.
A las funestas previsiones del impacto de la transformación digital en el mundo del trabajo debemos añadir, por un lado, la crisis sistémica mundial del capitalismo, que en el Estado español tuvo su última aparición en 2007 con un saldo de casi 3.3 millones de puestos de trabajo destruidos, cifra que le concede el honor de encabezar la sangría del paro en toda Europa con6.1 millones de personas sin trabajo en su punto álgido de 2013.
Por otro lado tenemos el 98.8% del PIB español que ha alcanzado la deuda pública en el primer trimestre del año, concluyendo no pocos economistas que el país está en bancarrota. Así mismo, en su informe “Perspectivas sociales y del empleo en el mundo – Tendencias 2018”, la Organización Internacional del Trabajo señala que “[...] el desempleo y los déficits de trabajo decente se mantendrán a niveles persistentemente altos en muchas regiones del mundo, cerca de 1.400 millones de trabajadores ocupaban un empleo vulnerable en 2017, y se prevé que otros 35 millones se sumen a ellos para 2019. [...] el número de trabajadores que viven en pobreza extrema se mantendrá por encima de 114 millones, afectando a 40 por ciento de las personas con un empleo en 2018”. En resumen, el panorama resultante no invita precisamente al optimismo para la clase trabajadora, por muy alentadoras que sean las palabras de los dueños de everis.
En el estudio más exhaustivo realizado hasta la fecha sobre el Capitalismo, aquel Carlos Marx que el mismísimo Fernando Francés tuvo el atrevimiento de nombrar, escribió: “En sus 'Principios de economía política' dice John Stuart Mill: «Es discutible que todos los inventos mecánicos efectuados hasta el presente hayan aliviado la faena cotidiana de algún ser humano». Pero no es éste, en modo alguno, el objetivo de la maquinaria empleada por el capital.Al igual que todo otro desarrollo de la fuerza productiva del trabajo, la maquinaria debe abaratar las mercancías y reducir la parte de la jornada laboral que el obrero necesita para sí, prolongando, de esta suerte, la otra parte de la jornada de trabajo, la que el obrero cede gratuitamente al capitalista. Es un medio para la producción de plusvalor. [...] La destrucción masiva de máquinas que tuvo lugar bajo el nombre demovimiento ludista en los distritos manufactureros ingleses durante los primeros 15 años del siglo XIX, a causa sobre todo de la utilización del telar de vapor, ofreció al gobierno antijacobino de un Sidmouth, un Castlereagh, etc., el pretexto para adoptar las más reaccionarias medidas de violencia. Se requirió tiempo y experiencia antes que el obrero distinguiera entre la maquinaria y suempleo capitalista, aprendiendo así a transferir sus ataques, antes dirigidos contra el mismo medio material de producción, a la forma social de explotación de dicho medio”.
Es decir, si analizamos el mundo científicamente como hizo Marx y no superficialmente como quieren que hagamos los empresarios, los trabajadores podemos comprender que la automatización no es el problema sino en manos de quién está. Si las crestas de la crisis estructural del sistema capitalista son el dramático resultado que periódicamente provoca la anarquía de la producción capitalista, por el cual se producen bienes de consumo en cantidades tales que no se pueden consumir, enviando al paro a millones de trabajadores en todo el mundo y formando un ejército de reserva que la burguesía utiliza como mano de obra barata para despojar aún más de derechos a la clase trabajadora entera, como se ha demostrado históricamente con cada crisis de producción, la introducción a gran escala de la automatización de procesos bajo el Capitalismo aumenta todavía más las contradicciones del sistema porque el objetivo no es otro que el de producir a más velocidad y más cantidad, cayendo en la misma trampa del periodo anterior a la automatización pero mucho más agudizada porque la cuota de plusvalía será infinitamente menor.
Según expusieron los directivos de everis el día 4 de junio, en un horizonte temporal cercano estiman que un 30% de la producción estará totalmente automatizada. A continuación señalaron también que en ese mismo futuro inmediato será insostenible el ritmo de crecimiento de la plantilla que everis ha venido experimentando todo este tiempo. No hay que ser el padre de la sociología moderna como Marx para descubrir “Ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia”: la relación entre automatización y paro es clara y directa. Si la automatización en particular y la producción en general no se ponen en manos de todo el pueblo trabajador para liberar al hombre de la explotación, las consecuencias serán catastróficas.
Entidades y representantes de ALIANZA 4 UNIVERSIDADES, AYUNTAMIENTO DE BARCELONA, AYUNTAMIENTO DE MADRID, BERGÉ Y CIA, CASA ASIA, ESTEVE TEIJING HEALTHCARE, FICOSA, FUJITSU, GARRIGUES, GESTAMP, IBERIA, LÍNEAS AÉREAS DE ESPAÑA S.A. OPERADORA, SOCIEDAD UNIPERSONAL, INDITEX, MITSUBISHI, MITSUI&CO, NISSAN MOTOR IBÉRICA, PASIPHAE, REAL MADRID CLUB DE FÚTBOL, UNIVERSIDAD DE VALLADOLID y por supuesto everis integran la Fundación Consejo España Japón, presidida por el político, economista y empresario español, ministro de distintas carteras durante los gobiernos de Aznar, de 1996-2004 y desde diciembre de 2007 hasta agosto de 2013 presidente de Vueling Josep Piqué (para que luego se lamente Benito Vazquez de las tormentosas relaciones entre política y empresa). El panel 2017 llevaba por título “El futuro del trabajo y el trabajo del futuro” y en él se trataron los siguientes temas que no pueden esconder nuestra impugnación sobre la automatización: Transformación del mercado de trabajo en la era digital. Factores demográficos: envejecimiento de la población y la generación Millenial. Factores tecnológicos: automatización y destrucción de empleo. Nuevas profesiones. El trabajo del futuro. Nuevas competencias y habilidades profesionales y el reto de la obsolescencia profesional. Humanidades y carreras STEM en la educación del futuro. Transformación del rol económico y social del trabajo. Ellos piensan, analizan y actúan. Los trabajadores no podemos quedarnos rezagados. Nuestro presente y nuestro futuro están en juego.
everiscenters.cscsevilla.org/2018/07/reunion-general-2018-en-everis-ce