Un anime puede igualar a la serie original de manga o incluso mejorarla. Sin embargo, de vez en cuando, el anime se queda corto. Algunas series no pueden captar el espíritu del manga original. Tal vez el presupuesto sea limitado y la animación resulte barata, o el estilo visual se modifique demasiado o el material original se acorte y reorganice de forma que moleste a los fans. O, simplemente, el anime no cubre lo suficiente del manga y acaba pareciendo un tráiler extendido o un avance del manga.