Una cuba llena de combustible vuelca en una calle de Alejandría (Egipto), inmediatamente una masa de curiosos rodea el accidente mientras un gran charco de combustible se va extendiendo a sus pies. La gente sigue acudiendo y los coches paran a observar, hasta que el charco de gasolina alcanza los bajos de un viejo coche que ha parado a curiosear y se inflama de repente con el calor del motor.