Estaba yo meditando: si en esta sociedad todos somos responsable de nosotros mismos; si el éxito o el fracaso dependen de nuestra voluntad; si la culpa es de los que pagan la hipoteca, y no de las regulaciones de los bancos; si la culpa no es de los políticos, sino de los individuos que los votan; si la culpa de que las grandes empresas empleen mano de obra infantil no es de las leyes que prohíban la venta de sus productos, sino de los consumidores individuales que las compran; si las armas no son malas, sino quien las usa mal; si la tele no emite programas repugnantes, sino que la gente las demanda; si la culpa no es del mercado laboral, sino de la falta de emprendedores... (sigue en
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