"Yo había ido a parar, más o menos por casualidad, a la única comunidad relativamente grande de Europa occidental en la que la conciencia política y la falta de fe en el capitalismo eran más corrientes que lo contrario.
Allí, en Aragón, uno se encontraba entre decenas de miles de personas, muchas de ellas, aunque no todas, de origen obrero, que vivían al mismo nivel y se relacionaban de forma igualitaria.
En teoría era una igualdad total, e incluso en la práctica le faltaba poco para serlo. En cierto sentido, puede decirse que allí se paladeaba un anticipo del socialismo, y me refiero a que el clima predominante era el del socialismo. Muchos de los comportamientos corrientes en la vida civilizada —el esnobismo, la codicia, el miedo al patrón, etcétera— sencillamente habían dejado de existir.
La habitual división en clases de la sociedad había desaparecido hasta un punto casi inimaginable en la Inglaterra contaminada por el dinero; allí no había nadie más que los campesinos y nosotros, y nadie era el amo de nadie. Por supuesto, semejante estado de cosas no podía durar. Era solo una fase temporal y muy localizada de una enorme partida que se está jugando en todo el planeta. Pero duró lo suficiente para dejar huella en todos los que la vivimos. Por mucho que maldijéramos aquella época, después uno se daba cuenta de que había participado en algo extraño y valioso.
Había formado parte de una comunidad en la que la esperanza era más normal que la apatía o el cinismo, en que la palabra camarada aludía a la verdadera camaradería y no, como en la mayoría de los países, a una mera farsa. Había respirado los aires de la igualdad."
Discúlpenme compañeros/as conozco poco Menéame, aunque puede que conozca menos el motivo o el objetivo por el cual estoy escribiendo esto. El caso es que me ha molado bastante esta sección de artículos. Me ha gustado ver a gente comentando de forma anónima problemas que tienen en su vida o contando situaciones locas que les han pasado, y me ha parecido bastante interesante.
Podría comentaros la fase de ansiedad/depresión por la que estoy pasando y pediros consejo, de hecho una vez pensé en hacerlo, y puede que todavía lo haga… Podría comentar mis inquietudes sobre esas preguntas que nos hacemos con nuestro colega del alma sobre en el banco del parque mientras compartimos una litro, como: quién coño somos, por qué no puedo ver con tus ojos o meterme en tu cabeza o qué demonios habrá más allá de las estrellas y si eso negro de ahí tiene límite… BOOOM. Sí. Ya me imagino cual sería el resultado al preguntar estas cosas xd aunque haya gente muy inteligente por aquí… O quizás, hablar del puto trabajo, ese cabrón que me creó la ansiedad. Yo creía que podía estar sin dar palo al agua toda mi vida y parece que no, ergo ansiedad.
Pues eso, he llegado a la conclusión, de que podemos usar este espacio para escribir. Simplemente para dar rienda suelta a nuestra maldita imaginación, darnos la posibilidad de jugar con las palabras y hacer relatos retro-espeluznantes para el lector. Se que no estoy diciendo nada nuevo xd pero es que cuando empiezas a escribir y te dejas llevar no hay quien te pare, puede que esto sea una oda a la escritura, puede que solo sea una moda, puede que esto empiece a rimar por si solo hasta que alguien me dé coba. Toma ya.
Asi que Safari Mental se llama la sección.
Hay que tener pelotas pa meter esto como artículo pensarán, pues sí, me acojona el resultado, pero la verdad es que me encanta leer y escribir y na aquí estoy.
Una recomendación para la lectura, por muchos ya conocido: Ryszard Kapuscinski.
Otra: Der Klang der Familie (El sonido de la familia), Berlin, el techno y la caída del muro.
PD: ¿Sería ‘legal’ meter cuentos en esta sección? Cuentos, mini-relatos etc…
Buen día compañeros.
[Estación de Zarzaquemada, 24 de Abril de 2019 19:45]
Llego al andén, dejo la mochila en el banco, me siento. Un chaval se sienta a mi lado.
Un hombre mayor se acerca a este chaval, el cual viste una sudadera de Slipknot. Está escuchando música con los cascos...
El viejo le habla... El joven se quita los cascos y pregunta qué ha dicho.
- ¿Qué si es que somos gilipollas? - Le pregunta el viejo.
El chaval no da crédito, yo tampoco. Los dos estamos en frente de él. Parece que para el viejo esto es una situación normal.
- Somos gilipollas- Afirma el viejo.
Aquí ya nadie entiende nada. Yo miro para otro lado en busca del tren.
- Los de arriba son muy listos ¿No? O nosotros muy cenutrios. Bueno no son listos, eso creen... ¡Qué coño si son listos, mira cómo vivimos...!
Agradecidos de saber de qué hostias habla, los dos asentimos. Cabizbajos... quizás yo más que mi colega de banco...
Slipknot se termina de liar el cigarro y se dispone a encendérselo.
- Cuidado. Hay un guardia ahí, no te lo enciendas- Le dice el señor. Con tal confianza y buenas intenciones, que me empieza a caer bien.
- No me dejan fumar en la obra, me la suda, que diga lo que quiera.
Hace un día de perros, llueve a cántaros, tiene que haber sido un día para disfrutar en la obra...
- Yo tengo mi chaleco amarillo. Qué hacemos qué no nos lo ponemos. ¿Hay chalecos amarillos en este país?- Pregunta the old man, esta vez mirándome a mí, en busca de respuesta...
Se produce un silencio... Hasta que decido debutar en la conversación.
- Los hay, pero no los usamos como deberíamos...
Sonrío. Sonreímos. El tren llega. Nos dispersamos y volvemos a la rutina, cada uno en un vagón distinto…
"¿Y ya está? ¿Esto no tiene repercusión? ¿Ha pasado de verdad? Quién sabe..."
menéame