En las guerras de los últimos siglos hay tantas balas y cosas entre ellas y la carne de sus víctimas que, por pura probabilidad, miles de cosas se han interpuesto en ese camino. Nada como un casco para protegerse de las balas, eso sin duda, como bien sabemos. Está el mito de la Biblia que paró una bala, o la debilitó tanto como para que no causara daño, del que hay algún testimonio. Y en esa idea se mueven los Detente bala de la Guerra Civil Española.