Además, la razón por la cual se fabrican tiene que ver con la tradición y arraigo en la región. Así, cuanto más grandes o pesados sean, más se parecerán a los adoquines de las calles de Calatayud y Zaragoza. De hecho, entre ambas ciudades había competencia por ver quién ponía los adoquines más grandes. Pero este caramelo no es solo tamaño. Su envoltorio también es pura tradición aragonesa.
Comentarios
La pena es no no pasa lo mismo con las trufas al whisky o al café.
#1 ¿Qué las fabriquen de medio kilo?
Con eso construian la casa de Hansel y Gretel...
Enlace patrocinado por Clínicas Dentales La Aspiradora S.A.
No le intentéis echar un mordisco... que regalé uno a un guiri y tuvo que ir de urgencia al dentista porque se dejó el diente en el adoquín.
Un martillo o similar para ir sacando lascas es más práctico.