Querido Pablo:

Tu no me conoces, pero mucha de la gente que me rodea, si te conoce. A los 19 años conocí a Jose María Aznar y compartí una cena con él para hacerle una entrevista para antena 3 radio, cuando era presidente de mi tierra, de la Junta de Castilla y León. En el hotel Castilla Vieja.

También cuando estudié mi carrera en León, formé ocasionalmente parte del grupo local de Amnistía Internacional y por ello tuve contacto, gracias a su presidente, Jose Manuel Paredes Castañón. en la cantina de la universidad que regentaban los Arija hermanos, a Zapatero.

También estuve como empleado (me pagué la carrera como correturnos) en un hotel en el que se alojó una convención de juventudes socialistas en la que estuvo Nicolás Redondo Jr con su novia.

Querido Pablo, yo también tuve la novia más sexy e inteligente del universo, de una forma totalmente abierta a la cual se se fue la pinza follándose a todos mis amigos a los que previamente decía que odiaba.

Pablo, céntrate: tu aspiras a gobernar. Y Gobernar significa tener dentro de tu cabeza muchos esquemas mentales que te urgen. Y no tienen derecho a provocarte urgencias, dado el elevado papel que estas destinado a desempeñar.

Pablo, sólo te rendiré pleitesía si eres capaz de dejar a un lado lo personal porque comprendes que tu misión pública es lo mejor, incluso lo que tus antiguas parejas esperan.

Pablo: sobreponte. Necesitamos que lo hagas para darnos esperanza. Saca tu hostilidad, tu mala baba, tu talento. Tal vez para que no seas prsidente del gobierno, sino para que tu proyecto triunfe.

Yo lo he conseguido.